CHARLIE Y LA FÁBRICA DE CHOCOLATES | Page 59

barco navegaba a toda marcha. El señor Wonka saltaba y brincaba en la popa del barco, y les gritaba a sus remeros que remasen aun más de prisa. Parecía adorar la sensación de navegar a toda velocidad a través de un túnel blanco en un barco de color rosa por un río de chocolate, y palmoteaba y reía y miraba a sus pasajeros para ver si ellos estaban disfrutando tanto como él. —¡Mira, abuelo! —gritó Charlie—. ¡Hay una puerta en la pared! Era una puerta verde, y estaba empotrada en la pared del túnel justamente por encima del nivel del río. Al pasar por delante tuvieron el tiempo justo de leer lo que estaba escrito en ella: DEPOSITO NUMERO 54, decía. TODAS LAS CREMAS: CREMA DE LECHE, CREMA BATIDA, CREMA DE VIOLETAS, CREMA DE CAFE, CREMA DE PIÑA, CREMA DE FRESAS, CREMA DE VAINILLA Y CREMA PARA LAS MANOS. —¡Crema para las manos? —gritó Mike Tevé—. ¿No utilizarán crema para las manos? —¡Seguid remando! —gritó el señor Wonka—. ¡No hay tiempo para contestar preguntas tontas! Pasaron a toda velocidad delante de una puerta negra. DEPOSITO NUMERO 71, decía ésta. BATIDORES: TODAS FORMAS Y TAMAÑOS. —¡Batidores! —gritó Veruca Salt—. ¿Para qué necesitan batidores? —Para batir la nata, por supuesto —dijo el señor Wonka—. ¿Cómo se puede batir la nata sin batidores? La nata batida no es nata batida a menos que haya sido batida con batidores. Lo mismo que un huevo 1 escalfado no es un huevo escalfado a menos que hay sido robado en el bosque en plena noche. ¡Seguid remando, por favor! Pasaron delante de una puerta amarilla sobre la cual decía: DEPOSITO NUMERO 77. TODOS LOS GRANOS: GRANOS DE CAFE, GRANOS DE CACAO, GRANOS DE AZÚCAR Y GRANOS DE ARENA. —¿Granos de arena?—gritó Víolet Beauregarde. —¡Tú tienes la cabeza llena de ellos! —dijo el señor Wonka—. ¡No hay tiempo para discutir!¡Seguid adelante, seguid adelante! Pero cinco segundos más tarde, cuando apareció ante ellos una puerta de color rojo brillante, éste agitó súbitamente su bastón en el aire y gritó:—¡Detened el barco!