Charles Dickens | Page 136

-Tampoco sabía que lo tuviera usted; se lo aseguro -añadió míster Wick field. -Lo he adoptado ---dijo mi tía con un gesto que indicaba que le importaba muy poco lo que sabía o dejaba de saber-, y lo he traído para meterlo en un colegio donde esté bien cuidado y le enseñen bien. Quería que me dijera usted dónde podría encontrar ese colegio, y que me diera todos los datos necesarios. -Antes de aventurarme a aconsejarla, permítame. Ya sabe usted mi vieja pregunta para todas las cosas: ¿Cuál es su verdadero objeto? -¡El diablo lleve a este hombre! Siempre quiere buscar motivos ocultos cuando están a la vista. Lo único que quiero es hacer a este niño feliz y que aprenda. -Yo creo que debe haber algún otro motivo -dijo mister Wickfield moviendo la cabeza y sonriendo con incredulidad. -¿Otro motivo? -replicó mi tía-. Usted tiene la pretensión de obrar con transparencia en