La clasificación taxonómica de esta familia se presenta a continuación (Tabla 1):
Tabla 1. Clasificación taxonómica de la familia Fabaceae.2
El árbol de copinol ha sido muy valorado por sus propiedades medicinales. El tronco exuda una resina que se emplea en el tratamiento de heridas, bronquitis y malestares estomacales.3 Sus frutos producen harina con alto contenido en proteínas y fibra.4 Así también, se ha reportado actividad antiinflamatoria del extracto hidro-alcohólico de la corteza.5 La corteza ha sido usada para tratar la diarrea, disentería, úlceras estomacales y alimento para niños.6
En América Central, se utiliza como desparasitante, problemas de hipertensión y reumatismo. Se dice que es un buen sustituto de la quinina, y aparentemente puede emplearse en el combate contra la malaria.6
El ácido betulínico (ver Figura 3), un triterpeno pentacíclico que posee un amplio espectro de actividades biológicas algunas de las cuales pueden ser utilizadas medicamente en el tratamiento del VIH.7 Este triterpeno es capaz de inducir apoptosis en células cancerígenas. Debido a su aparente especificidad por las células del melanoma, el ácido betulínico parece ser un anticancerígeno más prometedor que drogas tales como el taxól.7 Sus principales fuentes se encuentran en las plantas de la familia Betulaceae como lo son la Betuna alba, betuna péndula; así también en la Hymenaea courbaril.8
Este compuesto presenta una extraordinaria actividad biológica. Así, además de su actividad citotóxica frente al melanoma humano por inducción de apoptosis, ha mostrado actividad leishmanicida frente a Leishmania amazonensis y actividad antiparasitaria frente a los estadíos asexuales eritrocíticos de Plasmodium falciparum.9,10
Figura 3. Terpenos aislados de Hymenaea courbaril.
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