Sin embargo, Vietnam (país fuerte en mano de obra de bajo costo) solicitaba reglas de origen, listas de escaso abasto y plazos de desgravación mucho más flexibles de lo que se ha considerado en otros tratados, como CAFTA-DR.
No obstante, con la autoridad para negociar aprobada por el congreso estadounidense, se prevé que las negociaciones del TPP finalicen antes de terminar 2015; aunque se espera que la implementación del tratado ocurra hasta 2018.
Ante este panorama y la posible afectación al sector textil y confección, las instituciones de gobierno han concentrado sus acciones en el acompañamiento a la gremial en las reuniones con actores clave que pueden incidir en las rondas de negociación. Además, han mantenido un monitoreo y seguimiento constante a las negociaciones y a los foros en los que se pueda expresar la posición del gobierno.
Por su parte, las gremiales y los empresarios, se han dedicado a las alianzas con instituciones que tienen una mayor presencia internacional como la CECATEC, NCTO y CANAINTEX. Esto con el fin de establecer un canal de comunicación en el que se pueda hablar de los posibles efectos que el TPP tendría en el sector textil y confección.
"Las instituciones de gobierno han concentrado sus acciones en el acompañamiento a la gremial en las reuniones con actores clave que pueden incidir en las rondas de negociación"
En este punto, lo que tanto las instituciones de gobierno como las gremiales y los empresarios han considerado es que el TPP debería de mantener los mismos regímenes y beneficios que el sector textil y confección posee en CAFTA-DR; así como la regla de origen de hilaza en adelante. También buscarían incidir en que se establezca una lista de escaso abasto reducida y plazos de desgravación largo.
Lo anterior con el objetivo de competir con países como Vietnam bajo las mismas condiciones comerciales, sin que un país se vea más beneficiado que el otro, según el tratado que utilice para exportar a Estados Unidos.
Discusión
Un acuerdo de libre comercio entre 12 países —con economías y características tan diversas, cuyo punto en común son sus puertos en el Océano Pacífico— no obedece únicamente a la liberalización del comercio de bienes y servicios o a una integración económica regional. El TPP es más bien la respuesta comercial de Estados Unidos ante el crecimiento acelerado de China en los últimos años, sin dejar de lado las consideraciones geopolíticas. El TPP impactará no sólo al país, sino a la región centroamericana, aunque no sean firmantes del tratado. No obstante, para el sector, la aprobación del TPP no sería el primer revés que recibe en los últimos diez años.
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