CBC 04 - El Trabajo Según Las Escrituras | Page 13

Las Distintas Clases De Ocupaciones Entonces, hemos visto tres diferentes clases de ocupa- ciones: el comercio, el obrero y el productor. Según las Escrituras, la ocupación más elevada dispuesta por Elohim para el hombre es la de producir. Desde Adam, Elohim puso la mira en ocupaciones que producen, porque la producción contribuye a que aumente la abundancia de la tierra en lugar de empobrecer a los demás. Por ejemplo, si crío cien ovejas, y después de ciertos años éstas se han convertido en cuatrocientas ovejas, habré logrado un incremento de trescientas ovejas. Este incremento no sustrae un solo centavo del bolsillo de ningún hermano o hermana. No variará la cantidad de dinero que otros tengan en sus casas, ni otros tendrán menos simplemente porque mi oveja parió cuatro corderitos. Este es el principio bíblico básico con respecto a las ocupaciones. Yo siempre debo estar multiplicando la riqueza y siempre debo estar añadiendo a la misma. Quizás yo llegue a vender mis ovejas y recibir dinero, pero al hacerlo, no habré hecho a nadie más pobre. Los creyentes deben comprender estas cosas porque tarde o temprano deberán modificar (si es necesario) sus trabajos, sobre todo si se dedican a actividades no aprobadas por las Escrituras, como el comercio. De esta manera, EL CREYENTE DEBE ELEGIR UNA OCUPA- CIÓN QUE GENERE EL AUMENTO DE BIENES ANTES QUE EL AUMENTO DE SU CAPITAL. Es muy egoísta procurar que nuestro dinero aumente sin que aumenten los bie- 13 nes. Tenemos que aprender a generar un aumento de los bienes en la tierra y no un aumento de nuestra ri- queza personal. Existe una gran diferencia entre estas dos. La fabricación de tiendas por parte de Shaúl nos mues- tra otro principio. Él no hizo que aumentara la cantidad de algodón, seda u otro textil. Pero debido a que él cortó, cosió e invirtió su esfuerzo y energía, él le agregó valor al material. Él elaboró un nuevo producto en base a productos primarios (es el mismo principio de la elaboración de los alimentos, por ejemplo), un pro- ducto que satisfacía UNA NECESIDAD REAL DE LAS PER- SONAS. Lo mismo sería válido para la elaboración de ropas, desde que las mismas obedezcan a su finalidad básica de vestimenta y no a la superflua de lujo y os- tentación. Es muy bueno aumentar las riquezas de la tierra. Es muy bueno también aumentar el valor de los bienes. Supongamos que fabrico una silla de madera. Esto es bueno, porque al hacerlo, he incrementado el valor de la madera y he producido un bien necesario. Aunque no haya hecho que la abundancia de la tierra sea multipli- cada, el mundo cuenta con una silla más, gracias a mi trabajo. Cuando Shaúl terminaba de fabricar una tien- da, el mundo contaba con una tienda más. ESTO NO LO BENEFICIA A UNO A EXPENSAS DE LOS DEMÁS. Uno pue- de fabricar una tienda, puede hacer que unos cuantos metros de tela sin mayor valor se conviertan en una valiosa tienda. Hacer que un pedazo de tela se convier-