CBC 04 - El Trabajo Según Las Escrituras | Page 12

y de esa forma podía obtener lo que necesitaba para sobrevivir. Si hago que el valor de una tela aumente, es apropiado que yo reciba mi salario, porque he invertido mis habilidades y mi tiempo en ello, EXACTAMENTE DE LA MISMA FORMA QUE EL AGRICULTOR INVIERTE SU TIEMPO Y TRABAJO EN LA TIERRA Y EL GANADERO EN EL CUIDADO DE SUS ANIMALES. Por tanto, otro de los prin- cipios con respecto a las ocupaciones que Elohim aprueba es que ellas añaden valor a los bienes. Aquello que las Escrituras desaprueban: el comercio Existe una ocupación que las Escrituras particularmen- te desaprueban. Por favor, presten la atención adecua- da a este asunto. Si un nuevo creyente puede elegir su profesión, espero que no escoja la de comerciante. ¿Por qué? Debemos considerar este asunto desde una perspectiva más amplia, pues esto, probablemente, nos mostrará un cuadro más claro. El comercio implica ganancias por encima del valor correcto, por encima del valor de la mercadería y del salario del obrero, PORQUE EL QUE COMERCIA TRABAJA CON PRODUCTOS QUE NO HA MANUFACTURADO NI HA PRODUCIDO. El que comercia se aprovecha del trabajo de otros para recar- gar un valor extra (sin haber trabajado para ello) sobre los productos que vende. Este es el principio del co- mercio satánico, el principio que rige la economía de la Gran Bavel en la que vivimos: Cuando tus mercaderías salían de las naves, sa- ciabas a muchos pueblos; a los reyes de la tie- rra enriqueciste con la multitud de tus rique- zas y de tu comercio. En el tiempo en que seas quebrantada por los mares en lo profundo de las aguas, tu comercio y toda tu compañía ca- erán en medio de ti. Yahjezquel/Ezequiel 27:33-34 A causa de tu gran comercio te llenaste de vio- lencia, y pecaste. Por eso, te expulsé del mon- te de Elohim... Yahjezquel/Ezequiel 28:16 Como podemos ver, el comercio es algo que proviene de haSatán, y es la principal actividad de la Gran Ba- vel, el comercio que agrega un valor que no procede del trabajo. Yo soy creyente y si usted es creyente, entonces tam- bién es mi hermano. ¿Acaso se vería bien que gane dinero y me haga más rico por medio de hacer que usted sea más pobre, vendiéndole productos que no he trabajado por un precio superior al valor original de los mismos? Ciertamente no. Aún si usted fuese un gentil y un pagano no debo hacer eso; yo soy creyente; yo soy una hija de Yahweh y poseo la correspondiente posi- ción, la condición que es propia de un hijo de Elohim. Los hijos de Elohim no deben provocar que ningún in- crédulo sea empobrecido cuando ellos aumentan sus fondos. Inclusive si estos medios son considerados "honestos" dentro de esta sociedad, se trata de PARÁ- METROS SATÁNICOS. Yahweh dice que el comercio es de haSatán, y eso debería dar un punto final al asunto y a todos los "peros" que se puedan poner. Un creyente debe sentirse muy mal incluso si emplea "medios honestos" (considerados honestos por el siste- ma) para ganar el dinero de otro creyente, inclusive de un incrédulo. Esto es lo que significa involucrarse en el comercio. No podemos tomar el dinero del bolsillo de otros y ponerlo en el propio. No importa cómo lo hagamos. Siempre que obtenemos ganancia sin haber realizado un trabajo, estaremos comerciando. Muchos argumentarán que, por ejemplo, el hecho de acercar productos a las personas (abrir un negocio) es agregar un valor a esos productos. Sin embargo, este concepto está equivocado, y sólo es argumentación del sistema para justificar sus malas actividades. El 99,99% de las cosas que vende el sistema comercial satánico NO SON ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD (como ali- mentos o ropa), sino cosas superfluas que buscan la satisfacción de los sentidos: la ropa no es elaborada para su única finalidad: vestir, sino para que la gente pueda mostrar a otros su poder adquisitivo, pueda os- tentarse, pueda ejercer atracción sobre el sexo opues- to, etc. Y los alimentos no resultan en nada mejor, ya que todos ellos son contaminados y producen justa- mente todas las enfermedades que Yahweh aseguró que caerían sobre los que lo desobedecen. Ninguna de las ocupaciones básicas que Elohim aprueba en las Escrituras conlleva tal problema. Supongamos que yo cultivo la tierra y cosecho cien cargas de arroz. Esto no hará que las posesiones de otro hermano sean reducidas de diez a nueve cargas. Es imposible que al hacer esto yo vaya a causar que las riquezas de mi hermano sean reducidas. Las cien cargas de arroz que obtenga, no habrán de disminuir en nada lo que otro posea, ni empobrecerá a nadie. Esto no es ganar dine- ro, sino incrementar la abundancia de la tierra. Tenemos que diferenciar completamente entre estas dos clases de actividades: GANAR DINERO Y HACER QUE LA ABUNDANCIA SEA INCREMENTADA SON DOS ACTIVI- DADES COMPLETAMENTE DISTINTAS. Yahweh no desea que Sus hijos ganen dinero simplemente por ganar di- nero. Elohim quiere que nuestra ocupación haga que la abundancia aumente como consecuencia de nuestras vidas en obediencia. Este principio básico es bastante claro. Un creyente no debe estar pensando en el dinero día y noche. No estén considerando constantemente cómo ganar dinero. Por favor no se olviden que, en tales casos, siempre que ganemos dinero, lo haremos a costa de que otros hayan perdido el suyo. No existe aquí un principio de trueque, sino que al valor de las cosas SE AGREGA UN EXTRA QUE NO CORRESPONDE. El principio subyacente en el comercio es que cuando el dinero de uno aumenta, el dinero de otros disminuye. Yahweh dijo que prosperaría las empresas de los yis- raelitas obedientes, pero eso no implica PROSPERAR EL DINERO. La prosperidad de Yahweh pasa por la bendi- ción de la tierra y su producción, no por el comercio. Dejemos a César lo que es de César y demos a Yahweh lo que es de Yahweh... Y ALEJÉMONOS DE CÉSAR. VOLVER 12