CAVA Ed. 4 | Page 15

Por otro lado, algunos productores de vinos de alta calidad, conociendo que estos cristales son inofensivos y no ocasionan ningún sabor desagradable, tratan de intervenir lo menos posible en sus procesos de producción, descartando la utilización de estas técnicas, que pueden eliminar tanto aromas como sabores. Asimismo, a los conocedores de vino y sommeliers bien capacitados, no solo no les preocupa la presencia de tartratos, sino que pueden considerarlos como un signo de calidad, indicando que el vino no ha sido sobreprocesado. Dentro de los procesos que se pueden utilizar para evitar la aparición de tartratos se encuentran: Sistemas que remueven los tartratos del vino, como el proceso de estabilización en frío o filtración por ósmosis inversa. Otro proceso es el sistemas que impiden la formación de cristales de tartratos, aquí se usa el acido metatartárico, la carboximetilcelulosa (CMC) o las manoproteínas. Un tercer proceso son las técnicas que eliminan los cationes responsables de las precipitaciones. Existen, sin embargo, algunos problemas que se presentan al utilizar estos sistemas. Algunos de ellos son: reducción de aromas y sabores, oxidación del vino a causa del enfriamiento, alteración de los caracteres organolépticos del vino –en general se sienten “planos” y sin estructura–, entre otros. En la siguiente edición les platicare más a detalle cada uno de estos sistemas, en qué consiten y sus desventajas.  15