Métotios de enseñanza
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• Diseñar una secuencia de actividades de aprendizaje y su
distribución en el tiempo, incluyendo las formas de
seguimiento y evaluación.
• Organizar el ambiente, seleccionando los materiales y los
recursos.
Cada uno de estos componentes guarda una estrecha relación y
congruencia con los otros; su definición en la programación no es
lineal, sino que es interdependiente; cada uno de los componentes
incide o modifica a los otros. Si bien los propósitos y objetivos
tienen un pape! orientador hacia los otros componentes (hacia
dónde se quiere ir y qué se quiere lograr), el desarrollo de un
programa incluye un "ir y venir" entre los mismos, y no es forzoso
definirlos previamente a la organización de los contenidos.
Gráficamente, la relación e interdependencia entre los
componentes podría expresarse de la siguiente forma:
Clarificar los propósitos educativos
Definir los objetivos
de aprendizaje.
Diseñar
la estrategia
de enseñanza.
Organizar el ambiente
y los recursos.
Un programa de enseñarla no debe entenderse como algo fijo,
sino como una previsión y una explidtación de lo que se busca,
8 Programación de la enseñanza
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comunicable, flexible y comprensible para todos (alumnos, pa-
dres, otros docentes) identificando motivos, propósitos y medios.
Evitando cualquier formato ortodoxo o formal, desarrollaremos
en los próximos puntos los criterios básicos a tener en cuenta al
elaborar definiciones para cada uno de estos componentes.
CLARIFICAR LOS PROPÓSITOS Y DEFINIR
LOS OBJETIVOS DE APRENDIZAJE
Reflexionar y analizar qué se busca con la enseñanza particular,
y definir qué aprendizajes se espera que los alumnos logren,
constituye uno de los marcos de referencia para organizar y
diseñar la enseñanza; permite al profesor clarificar sus intenciones
al enseñar determinados contenidos y los aprendizajes que busca
facilitar.
Es importante recordar que una enseñanza es siempre una
relación entre quien enseña y quienes aprenden. De este modo, los
dos actores están presentes en esta primera definición, como dos
caras de una misma moneda:
• Los propósitos expresan las finalidades formativas o inten-
ciones educativas del profesor a la hora de organizar su
propuesta de enseñanza.
• Los objetivos expresan los aprendizajes que se espera que los
alumnos alcancen (asimilación de conocimientos, cambio
conceptual, capacidades para la resolución de problemas,
transferencia a las prácticas, trabajo cooperativo, habilidades,
destrezas, etcétera).
Durante algunas décadas, el papel de los objetivos de aprendi-
zaje fue sobredimensionado (y deformado) por encima de la re-
flexión sobre los propósitos o finalidades educativas. Se insistió
hasta el cansancio en la importancia de definir objetivos de apren-
dizaje en forma de conductas claras y específicas que los alumnos
deberían lograr, con el supuesto de que, luego, sólo restaba "me-
dir" el grado preciso en que los alumnos las habían alcanzado. A
tal punto que la enseñanza de la didáctica pareció reducirse al en-
trenamiento de los pRifesores para la redacción de objetivos analí-
ticos u operativos (con lista de verbos a la mano), suponiendo que si
el profesor "redactaba" objetivos claros, el resto venía asegurado