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66 Métodos de enseñanza nos y prácticas sociales, en la cultura o en las repercusiones afectivas) como conocimientos capaces de hacernos ampliar la comprensión del mundo {Bateson, 1998). Las mismas ciencias han necesitado de los conceptos laxos y de la intuición para desarrollar avances a lo largo de su historia. Así, la enseñanza de las ciencias no se reduce a su conocimiento de las didácticas específicas, sino que requiere de un aporte integral de la imaginación, el arte y la narración (Bruner, 1987; Eisner, 1998; McEwan & Egan, 1998). Del mismo modo, será necesario comprender que las ense- ñanzas intrínsecamente "intelectuales" desarrollan también des- trezas y capacidades técnicas {como manejar índices o consultar bibliotecas) y las que son intrínsecamente "artísticas" desarrollan habilidades de razonamiento, y que pueden encontrarse regularidades matemáticas aprendiendo música. También será necesario comprender que no sólo se aprende a resolver proble- mas cuando se enseña matemática, o que los métodos de investi- gación activa no son propiedad exclusiva de la enseñanza de las ciencias biológicas, sino también de las sociales. Por estos motivos, los profesores deberán contar con marcos amplios de enseñanza, propios de la didáctica general, más allá de los desarrollos específicos. Los contenidos de la enseñanza no se agotan en los conocimientos y conceptos albergados en las distintas disciplinas. Incluyen toda una gama de habilidades cognitivas y prácticas que requieren ser transmitidas de manera metódica (buscar, interpretar y organizar informaciones, utilizar instrumentos y herramientas ijiformáticas, elaborar planes de acción, comunicarse y expresarse en forma oral, escrita, gráfica, corporal) y un amplio campo de disposiciones valorativas y sociales (cooperar con otros, respetar las divergencias y las diferencias, actuar conforme a valores). En cuanto a los contenidos específicos, la didáctica general reconoce dos grandes tipos de conocimientos presentes con mayor o menor énfasis en todas y en cualquier disciplina, lo que permite su tratamiento general (Greeno, 1973; Eisner, 1998): • Los contenidos algorítmicos, de carácter analítico, válido y validado, verdadero por definición y general para cualquier espacio y personas. Incluye desde los conocimientos matemáticos 3 La didáctica 67 (2 + 2 = 4) o las proposiciones científicamente verdaderas (como la ley de gravedad y otras). Este tipo de conocimientos se vinculan con ias prácticas de manera determinística (si ocurre A, ocurre B) y suponen operaciones lógicas estables y generales. • Los contenidos ideosincráticos, en los que aumentan los grados de incertidumbre sobre su verdad y que dependen en gran medida de ciertas condiciones (si se manifiesta A, puede ocurrir B, C o D), de la cultura o de las perspectivas de los sujetos, El consenso sobre el contenido disminuye (ideas de justicia, nación, faniilia, infinito, relatividad, belleza, etc.). Los contenidos ideosincráticos suponen el ejercicio ante la incertidumbre, la imaginación, la intuición, así como la comprensión de la diversidad y las reflexiones éticas o valorativas. En cuanto a los niveles evolutivos de los sujetos, la didáctica general trabaja en los criterios Inclusivos, más allá de los niveles específicos. Si bien los profesores pueden contar con el apoyo de desarrollos didácticos específicos para los niños más pequeños, hasta hoy no se conoce que haya diferencias esenciales entre el apreadizaje de un niño y de un adulto. De hecho, no sólo los pequeños sino también el adulto aprende mejor cuando los contenidos de la enseñanza se le presentan de modo más concreto y perceptible, en lugar de formulaciones abstractas, y comprende mejor los hechos complejos cuando los puede seguir desde el comienzo, cuando participa activamente en su construcción o cuando los puede transferir a la acción (Aebli, 1998). No es que no exista diferencia, sino que las mismas no son esenciales. DIDÁCTICA Y CURRÍCULO Comúnmente, el currículo es asociado a planes y programas de estudio. Pero, en realidad, su concepto incluye mucho más. Abarca desde los planes y programas (que seleccionan y organi- zan la transmisión del conocimiento en las escuelas, academias y universidades), las condiciones organizativas y materiales de las instituciones (que facilitan o dificultan dicha transmisión), el ambiente y los recursos de enseñanza y las prácticas que se desa- rrollan en la enseñanza, a través de la acción de los profesores.