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LA DIDÁCTICA
INTRODUCCIÓN
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Es evidente y de sentido común que quienes enseñan necesitan
saber o tener un relativo dominio sobre el conocimiento, la
habilidad o la experiencia que desean transmitir. En otros
términos, nadie puede enseñar bien aquello que no conoce, no
sabe hacer o no ha experimentado de alguna forma. Pero conocer
o tener este saber no es suficiente: se necesita también pensar para
qué enseñarlo, cómo enseñarlo y tomar decisiones definiendo las
formas particulares de hacerlo. Esto es especialmente importante
para quienes ejercen la tarea como profesionales de la enseñanza,
es decir, los docentes.
Distintos campos del conocimiento filosófico, poh'tico, social y
pedagógico colaboran en esta dirección. Entre estos distintos
campos, existe la contribución particular de la didáctica, con una
trayectoria histórica y transformaciones sustantivas a lo largo de
su evolución. Entender y profundizar estos desarrollos es una
compleja empresa que excede ios límites y objetivos de este
trabajo, y convoca a un permanente debate entre los especialistas.
Pero, considerando que ios docentes (cualquiera sea el ámbito
institucional, el nivel educativo en el que se desempeñen o los
contenidos que transmitan) son profesionales de la en-