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EL APRENDIZAJE
INTRODUCCIÓN
Buena parte de lo que somos, sabemos y hacemos es resultado del aprendizaje a lo largo de la vida. Una tendencia difundida lleva a pensar que el aprendizaje es algo que ocurre en la infancia y en la adolescencia y, en general, a asociarlo al aprendizaje escolar. Pero en verdad los seres humanos necesitan aprender siempre, a lo largo de toda su vida, desde la cuna maternal, a lo largo de toda la infancia y la juventud, en la vida adulta, y aun en los años de madurez y vejez. En forma permanente las personas necesitan satisfacer necesidades, adquirir herramientas prácticas, de conocimiento, de comunicación y de acción para la interacción social y adecuarse a las circunstancias cambiantes, individuales y del contexto social. El aprendizaje es indisoluble de la necesidad de adaptación, ajuste e intercambios con el mundo. Pero esta adaptación no es pasiva sino activa. Las personas necesitan aprender para incorporarse y participar en la vida social; al hacerlo, lo hacen creativamente, es decir, incluyendo y expresando características y modalidades personales, afectivas, cognitivas y de acción. Así, el aprendizaje puede definirse como algún cambio o modificación en las conductas previas de un individuo, siempre que éste no sea el resultado de la maduración o