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Métodos de enseñanza
Las críticas a estos ambientes y a las formas de relación au-
toritarias han impulsado la constnicción de alternativas de en-
señanza y de aprendizaje ricas, humanizadas y democráticas.
Algunos avanzaron aún más y desarrollaron propuestas peda-
gógicas conocidas como "enfoque no-directivo", con definido
énfasis en la libertad de quienes aprenden, y el rol secundario de
quien enseña con un papel más próximo al apoyo o guía personal.
La transmisión de contenidos es vista, inclusive, como imposición
arbitraria.
Hay que entender estas perspectivas como una reacción o
respuesta en el marco de las rígidas formas de enseñanza y
disciplina de las escuelas tradicionales. Pero, asimismo, hay que
analizarlas en el marco de la crisis de autoridad en nuestro tiempo,
lo que ha puesto en tela de juicio la autoridad del adulto. E!
cuestionamiento sistemático al abuso del poder y el autoritarismo
es una acción valiosa. Pero, en sus extremos, las concepciones de
la crítica anti-autoritaria y la abdicación del papel del adulto
tienden a confundir autoritarismo y autoridad pedagógica. En
estos casos, constituyen una negación del acto de enseñar y, al
mismo tiempo, del hecho mismo de aprender.
Este cuestionamiento no ha llegado sólo a las escuelas y la
autoridad de ios maestros y profesores, sino hasta el papel mismo
de los padres. Los límites de la palabra autorizada de los adultos se
toman borrosos, imprecisos y hasta amenazados. Los adultos se
vuelven inseguros ante el poder de los niños y los jóvenes. Esta
ambigüedad impide toda autoridad e inhabilita toda relación
pedagógica. Pero, lo que es aún más serio, ha llevado a que los
jóvenes se vean privados de toda asimetría propia del universo
adulto, como espacio para contrastar y definir su propia identidad
juvenil (Narodowski-Brailovsky, 2006).
La enseñanza es esencialmente una práctica dirigida y requiere
de la autoridad pedagógica de quien la conduce. Tiene fines, inten-
ciones y conocimientos a ofrecer y apunta a que otros ios adquie-
ran. Si bien atiende las dificultades que quienes aprendan puedan
tener al hacerlo, no se confunde con una acdón terapéutica o con
una relación interpersonal en la libertad del espado privado.
Desde el plano pedagógico, la búsqueda del diálogo y la
construcción compartida de alternativas de enseñanza no
3 La enseñanza
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elimina la saludable (y necesaria) asimetría del acto de enseñar;
alguien que sabe y tiene una experiencia, y ayuda a otros a saber y
a experimentar. Aunque quien enseña también aprenda al hacerlo y
lo haga reflexivamente, no deja de tener la responsabilidad de
conducir este proceso.
Distante de toda propuesta autoritaria, la autoridad pedagógica
no implica la sumisión de quienes aprenden ni busca instalar la
asimetría eterna. Por el contrario, busca promover cada vez mayor
conocimiento y ampliadón de conciencia para la progresiva
autononrua e independencia de los alumnos. Cualquiera sea la
edad o etapa evolutiva de quienes aprenden, el desarrollo
sistemático de la reflexión y la asimilación de nuevos saberes
apunta a cor\stituirlos en sujetos autónomos.
Una enseñanza no autoritaria desarrollará no sólo genui-nas
(legítimas) relaciones asimétricas entre quienes enseñan y quienes
aprenden. Durante el proceso, estimulará la libre expresión de
saberes y experiencias, promoverá relaciones e interacciones
simétricas entre quienes aprenden y los incluirá en la reflexión y en
las decisiones. Como buen resultado, buscará la progresiva
autonomía de quienes aprenden, liberándose de la dependencia del
maestro y generando capacidades para su propio aprendizaje
permanente.
ORIENTACIONES DE LA ENSEÑANZA
Las prácticas de enseñanza son múltiples y variadas, y las
teorías son diversas. Pero, en términos generales, existen dos
grandes concepciones acerca de la enseñanza:
La enseñanza
entendida
como
instrucción
Destaca la mediación del adulto o profesor como transmisor de un
conocimiento o modelizador de una práctica. Quienes aprenden
incorpor