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Métodos de enseñanza
sible, si se realiza una retrospectiva histórica de estos procesos en
las escuelas, los que también podían derivar en castigos
corporales o morales. La evaluación se desarrolló, en gran
medida, como un factor disciplinador de la conducta y como
instrumento de control.
Sin embargo, es imposible suspender la evaluación en la en-
señanza y en las escuelas, tampoco es razonable pensarlo o pro-
ponerlo. La evaluación es inherente a la enseñanza. Como en
cualquier actividad comprometida con intenciones y objetivos, la
enseñanza siempre requiere de la valoración de los avances, los
logros y las dificultades. Asimismo, es razonable que los es-
tudiantes (y los padres) quieran comprender sus logros y los
problemas, así como los apoyos necesarios para superarlos.
En cambio, sí es posible mejorar y ampliar sus estrategias, para
que la evaluación contribuya con el desarrollo de los alumnos y
con la mejora de la enseñanza misma. Para ello, es importante
comprender que la evaluación es un proceso que valora la
evolución de los alumnos hacia los objetivos de la enseñanza y sus
propósitos más significativos, y que tiene efectos sustantivos en el
desarrollo de los estudiantes. También implica entender que la
evaluación puede reorientarse, haciéndola más auténtica y valiosa.
Corresponde, asimismo, revisar las estrategias, los métodos y los
parámetros que pueden ser relevantes y congruentes con esos
objetivos. Finalmente, se trata de comprender que la evaluación es
base para la mejora misma de la enseñanza.
LA EVALUACIÓN COMO PROCESO
La evaluación es un componente íntimamente integrado a la
enseñanza, acompaña y apoya todo el proceso, y no sólo
constituye un momento puntual que sólo ocurre al final, una vez
que ya se completó la secuencia de enseñanza programada. Ante
todo, se requiere reconocer que la evaluación se desarrolla en un
proceso continuo, cumple con diversas funciones y brinda un
abanico de informaciones.
En este proceso, pueden diferenciarse distintas "caras" de la
evaluación: la diagnóstica, la formativa y la recapituladora.
íl Evaluación
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Estas caras no deben ser comprendidas como fases o etapas
sucesivas en el tiempo, en sentido lineal, sino como manifes-
taciones distintas y complementarias de un mismo proceso,
respondiendo a diferentes propósitos. Cada una de ellas está
presente en la enseñanza, con mayor o menor peso, según las
necesidades de su desarrollo.
La evaluación diagnóstica es comúnmente asociada a un mo-
mento evaluativo inicial, en los primeros contactos con el grupo
de alumnos. Pero, en verdad, los docentes la realizan en forma
constante. En el momento inicial, la evaluación permite valorar:
• las características socio-culturales de los estudiantes,
• sus capacidades, intereses y potencialidades,
• sus conocimientos previos y sus posibles dificultades. Esta
valoración refiere tanto al grupo como conjunto y a los
individuos particulares. En este sentido, la evaluación facilita las
decisiones previas del docente, a la hora de programar la
enseñanza. En ello se incluye, también, la identificación de los
recursos de enseñaruÍTque pueden ser movilizados y el análisis
del contexto, entre otras importantes cuestiones. En este
momento, la evaluación nos apoya en la misma construcción del
programa
Pero la evaluación diagnóstica también es realizada durante la
enseñanza y a lo largo del proceso. Se dirige a detectar dónde
están las dificultades de los alumnos y el ponqué de las mismas.
Buena parte de estas valoraciones se realizan de modo informal y
son continuas: interpretando las respuestas de los alumnos, sus
percepciones y dificultades, analizándolas en función de los
desafíos y el contexto personal inmediato. Dada esta
informalidad, los profesores deberán estar atentos a ciertos
riesgos. Cuando se refiere a ciertos grupos de alumnos o de
personas individuales, es importante evitar los preconceptos
sociales o los etiquetamientos (por ejemplo, rendimientos pasados
del alumno) y, en lo posible, buscar otras informaciones y
fundamentar algunas apreciaciones.
En el desarrollo de la enseñanza, la evaluación formativa
acompaña las distintas actividades de aprendizaje de los alumnos
y orienta para tomar decisiones en la marcha del