Canfield Jack - Chocolate Caliente Para El Alma Jun. 2016 | Page 18
Sus palabras son las más importantes que he oído en
mi vida y ese momento quedó grabado para siempre en
mi corazón.
Todavía no he visto ni oído a mi padre, pero no
tengo ninguna duda de que, algún día, cuando menos
lo espere, aparecerá y dirá: “¿Ya te dije hoy que te
quiero?”
Bobbie Probstein
24
Canción del corazón
Había una vez un gran hombre que se casó con la
mujer de sus sueños. Con su amor, crearon a una
niñita. Era una pequeña brillante y encantadora y el
gran hombre la quería mucho.
Cuando era muy pequeñita, la alzaba, tarareaba una
melodía y la hacía bailar por el cuarto al tiempo que le
decía: “Te quiero, chiquita”.
Mientras la niña crecía, el gran hombre solía
abrazarla y decirle: “Te amo, chiquita”. La hijita
protestaba diciendo que ya no era chiquita. Entonces el
hombre se reía y decía: “Para mí, siempre vas a ser mi
chiquita”.