Canfield Jack - Chocolate Caliente Para El Alma Jun. 2016 | Page 156

Diego, que nos habían dado la inscripción gratis, pero que no teníamos cómo ir y si no donaría dos pasajes ida y vuelta Miami-San Diego. -Por supuesto –dijo, sin más. Fue así de rápido y lo que añadió a continuación me dejó helado-. Gracias por pedírmelo –dijo. -¿Cómo? –pregunté. -No muchas veces tengo la oportunidad de hacer algo por los demás, a menos que alguien me lo pida. Lo mejor que puedo hacer es dar algo y usted me pidió que lo hiciera. Es una linda oportunidad y quiero agradecérsela. No podía creerlo, pero le di las gracias y colgué el auricular. Miré a mi mujer y le dije: -Querida, tenemos los pasajes de avión. -¡Fantástico! –dijo-. ¿Y dónde nos alojamos? Después llamé al Holiday Inns del centro de Miami y pregunté dónde estaba su casa central. Me dijeron que en Memphis, Tennessee, de modo que llamé y me derivaron a la persona con la cual necesitaba hablar. Era alguien en San Francisco. Controlaba todos los Holiday Inns de California. Le expliqué entonces que habíamos conseguido nuestros pasajes de avión a través de la empresa aérea y le pedí si podía ayudarnos de alguna manera con el alojamiento durante los tres días. Me preguntó si no había inconveniente en que nos ubicara en su nuevo hotel, en el centro de San Diego.