Canfield Jack - Chocolate Caliente Para El Alma Jun. 2016 | Page 140

Celebraron la muerte de “No puedo” con masitas, pochoclo y jugo de frutas. Como parte de la celebración Donna cortó una gran lápida en papel y escribió las palabras “No puedo” arriba y en el medio RIP. Abajo agregó la fecha. La lápida de papel quedó en el aula de Donna durante el resto del año. En las escasas ocasiones en que un alumno se olvidaba y decía: “No puedo”, Donna simplemente señalaba el cartel. El alumno recordaba entonces que “No puedo” estaba muerto y optaba por reformular su afirmación. Yo no era alumno de Donna. Ella sí era alumna mía. Sin embargo, ese día aprendí de ella una lección perdurable. Ahora, años más tarde, cada vez que oigo “No puedo”, veo las imágenes de ese funeral de cuarto grado. Como los alumnos, me acuerdo de que “No puedo” murió. Chick Moorman