CANDÁS MARINERO REVISTA NUMERO 47 CANDÁS MARINERO | Page 8

Con trece años asistió al primer gimnasio para entrenar, una antigua cárcel que se mantenía en muy malas condiciones: Educación y Descanso, centro deportivo perteneciente al Sindicato Vertical. Al lugar de entrenamiento se entraba por el bar El Hogar del Productor donde se accedía a un patio al aire libre, con el suelo de cemento, con poco más material que un saco que colgaba de un árbol. El vestuario era el almacén del bar donde se apilaban las cajas, allí podían cambiarse y dejar su ropa colgada de un clavo en la pared. Recuerda que allí no había duchas con agua caliente. En este lugar les entrenaba Abel Martínez Sedeño, vecino que les inició, junto con otros dos entrenadores: Ricardo Espeñeira y Crespo.
A pesar de las condiciones de los gimnasios y de la utilización de un material genérico, en los que sólo utilizaban guantes de las mismas medidas para todos y en los que llevaban la propia ropa y cualquier tipo de calzado, Enrique continuó con gusto su práctica deportiva acompañado de Emilio Valle, Lolo Pantera y Rafael Blanco, sus entrenadores en La Atlética Avilesina, con ayuda de su propio hermano, quien le regaló sus primeros guantes y le entrenó en alguna ocasión. En Hidrocivil, en Gijón, se hicieron numerosas veladas, en las que Avelino Dacal participó activamente como boxeador. Ya algunos veían como“ con Avelino Dacal venía un hermano pequeñín que tenía que cargaba con los guantes”. Cuando Enrique veía boxear a su hermano en las veladas sufría porque“ no dejaba de ser que le pegaran” Enrique fue a la escuela, pero con sólo catorce años la dejó para comenzar a trabajar como panadero. Debido a la partida de su hermano Avelino al servicio militar, debió cubrir la falta económica que este hecho propició en su familia. A la una de la madrugada comenzaba su jornada hasta poco después de amanecer, haciendo vida normal hasta la tarde, cuando después de un paseo de unos cuatro kilómetros hasta Valliniello comenzaba su entrenamiento
Enrique recuerda que la primera velada15 de boxeo a la que asistió fue con 13 años, boxeaba Abel Martínez contra Tony Falcato llenando de aficionados La Exposición. En esta velada vio boxear a su hermano Avelino por primera vez12. Poco tiempo después, en 1965, todos los boxeadores de Educación y Descanso fueron trasladados a La Atlética Avilesina, club donde Enrique prácticamente desarrolló su carrera deportiva. Entrenaban en La Exposición, que era un salón de bailes jueves y sábados. Debían retirar el ring y los materiales los miércoles y viernes para dejar espacio en el salón. Enrique recuerda que en los entrenamientos posteriores a los bailes, encontraban corchos, algún vaso roto y un fuerte olor a alcohol16. Algunos días iba sólo, pues no quería dejar de entrenar ni un solo día, colgando el saco en el abrevadero de las vacas y entrenando en solitario.
Tras estos primeros años de entrenamientos en La Atlética Avilesina Enrique se presentó en Gijón“ siendo infantil, contra De Pedro, en aquellas peleas para principiantes, con casco protector, en las que, generalmente, para no desanimar a los chavalinos que comenzaban, se declaraba combate nulo y éste fue precisamente el veredicto” En 1966, con quince años, disputó su primer combate en La Cristalería en la categoría de peso mosca19. La Cristalería Española eran unos campos de fútbol al aire libre, donde colocaban un ring y se boxeaba sólo los lunes de pascua de cada año, festividad en Avilés
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