CANDÁS MARINERO REVISTA NUMERO 45 CANDÁS MARINERO febrero 2018 | Page 7

7. Campeones del Mundo: alegría y decepción Los Mundiales de Belgrado, en 1975, marcaron sin duda el punto más elevado del piragüismo espa- ñol. En la mitad de K-4, 1.000 me- tros, el barco español, formado por Herminio, Celorrio, Díaz-Flor y Misione, se proclamaba brillante- mentecampeón del mundo. Era el primer título mundial para el piragüismo español, conseguido además de forma clara y sin ningu- na clase de dudas. Este triunfo se producía el sábado, pero aquel claro triunfo les hizo ser conscientes de su superioridad por lo que empezaron a albergar muchas más esperanzas para el día si- guiente pensando en la posibili- dad de obtener tres medallas más, el 500 metros, K-1, el 4x500 me- tros, K-1 y el K-4, 10.000 metros ya que participaban en todas las En la mañana del domin- go, por un fallo inexplicable del responsable del equipo es- pañol, Herminio no fue in- formado de la salida de su serie en el K-1, 500 metros, y al no presentarse a la salida fue eliminado, cuan- do había realizado previa- mente el mejor tiempo de todos los palistas. Después de varias gestiones, y con la ayuda del equipo rumano, se le permi- tió que tomase parte en las dos pruebas restantes, de las que también en principio se le quiso eliminar por la ausencia mencionada. En el relevo 4 x 500 metros conseguían la me- dalla de bronce, que ya sabía a poco, a la vista del oro del día anterior. Herminio obtenía en su serie el me- jor tiempo de todos los participantes, lo que ratifica- ba que su triunfo, en caso de haber podido tomar parte en el K-1, habría sido casi seguro. Finalmente, para colmo de las desgracias de aquel día, en la final de 10.000 metros K-4, cuando marchaban los primeros, al doblar una ciaboga fueron alcanzados por la embarcación soviética, partiendo una pala. 7