Campeonatos PDF Lorena | Page 88

CAMPEONATO DEL MUNDO ATENAS 1998 El equipo de Lolo volvió a demostrar que era un equipo muy cuajado al superar a Brasil por 12 puntos de diferencia y vencer a Lituania tras otra prórroga en la que Herreros volvió a demostrar su clase (4 de 7 en triples) y su sangre fría (11 de 12 en libres). El segundo puesto sabía a poco, quizá porque ante Estados Unidos mereció el triunfo, pero esa era la situación después de 6 partidos: cinco victorias y una derrota. Lituania y Argentina acompañaron a americanos y españoles. Puerto Rico, que se apoyó en un trío de enorme talento (Piculín Ortiz, Mincy y Vega) pero muy escaso de banquillo, y Canadá, que dejó una pésima imagen, con tan sólo una victoria (ante Senegal) por siete derrotas como bagaje final. En el otro grupo, tras la sorpresa de la derrota yugoslava ante los italianos y la excelente racha de los rusos, todo lo que había que jugarse se hizo en el Grecia-Italia… de la primera fase y cuyo triunfo por 64 a 56 le valió a los locales para ser terceros de grupo. Australia, con Gaze aún expeditivo pero cada vez menos y Heal como únicos puntos válidos, y Brasil, todavía necesitando a un veterano Viana para tratar de ser competitiva. La retirada de Óscar había sido excesivamente traumática para el equipo amarillo y su sucesor natural (Klafke) estuvo muy alejado de los números que alcanzaba el grandísimo tirador. Una orfandad que pesó terriblemente a los de Rubens. MALDITO CRUCE, MALDITO ARBITRAJE El anfitrión como rival. Otra vez el cruce de cuartos como barrera infranqueable para España. Se juntó todo ese día en la cancha del OAKA: un arbitraje nefasto del israelí Virovnik y del norteamericano Jones y un día aciago de Herreros (6 puntos), al que le dieron por todos los lados y que terminó desquiciado clamando contra el arbitraje y contra el comisario de mesa. Dos triples finales acabaron con las ilusiones de un equipo que mereció mucho más de lo que obtuvo y que finalmente sería el quinto puesto. Porque, y eso fue la mejor prueba del talante y el talento del equipo español, tras el palo que supuso la no clasificación para semifinales, se levantó y superó primero a Argentina por 77 a 64 en un partido que tenía mucho de trampa por lo sucedido con Grecia, pero que con Orenga (22 puntos) y Herreros (15) sacó adelante, reafirmando su potencial al imponerse finalmente a Italia en la lucha por el quinto puesto. Los italianos se fueron con el orgullo de haber sido el único equipo que se impuso al que a la postre sería campeón y la sensación de que Myers podía haber dado mucho más de lo que ofreció. Fucka y Abbio, dos hombres que salían del banquillo, fueron sus mejores referentes. En el resto de cuartos de final no hubo sorpresas. Sí apuros. Por parte de Estados Unidos, al que Italia tuvo en jaque hasta el final y que posiblemente mereció más premio en el único buen partido de Myers (32 puntos) en el campeonato. Por tres puntos se impusieron los de Tomjanovich, a los que esperaba Rusia en semifinales. El equipo de Serguei Belov terminó con las esperanzas de una Lituania que fue de más a menos a medida que transcurría el campeonato. La presencia de tres jugadores muy completos como Stombergas, Karnisovas y Adomaitis, así como la irrupción de un joven Jasikevicius (22 años), no pudo paliar la ausencia del siempre referente Arvydas Sabonis. Eurelijius Zukauskas, Einikis y Praskevicius sumaron muchos centímetros, pero la clarividencia, clase y solidez de Sabonis no se puede tapar sólo con altura. Yugoslavia, por su parte, apeló a la defensa para dejar a Argentina en 62 puntos y lograr el pase a semifinales. No le resultó fácil a los yugoslavos desactivar a un equipo que llegó a ir ganando por 52 a 51 en una fase muy caliente del partido. Espil (18 puntos) fue el único al que los de Obradovic no lograron sujetar, mientras que los balcánicos contaron con dos parejas muy afinadas: dentro Rebraca y Tomasevic y fuera Bodiroga y Djordjevic, en el que posiblemente fuera el mejor partido de un genio muy mermado por la lesión que estuvo a punto de dejarle fuera del campeonato. 89 FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ