Campeonatos PDF Lorena | Page 59

CAMPEONATO DEL MUNDO FILIPINAS 1978 Los triunfos de Brasil e Italia sobre Estados Unidos dejaron patente que el bronce sería para uno de ellos. Ambos tienen un equipo superior a canadienses, australianos y los mencionados estadounidenses, pero se encuentran en un escalón inferior al de los dos grandes favoritos que les ganan en sus duelos. Yugoslavos y soviéticos sabían que serían los protagonistas de esa experimental eliminatoria final que la FIBA había establecido en aquella edición, con permiso del sorprendente Brasil. Su partido en la liguilla final, sin ser un trámite, apenas contará en la clasificación final y ambos tendrán que revalidar un hipotético triunfo en el momento de la verdad. Sin embargo, todos los protagonistas tienen el convencimiento de que el conjunto que se imponga en ese primer envite ganará el primer asalto, dejando a su rival seriamente tocado y sin permitirse más tropiezos. Yugoslavia, entrenada ahora por Alexander Nikolic, se toma el encuentro con su desparpajo habitual. Los hombres de Gomelski dominan ambas zonas con un Tkachenko imparable pero muestran la habitual lentitud de los equipos del “zar rojo”; los yugoslavos, por su parte, ceden en los aledaños de los aros pero machacan desde el perímetro con Drazen Dalipagic (37 puntos) y Dragan Kikanovic (34). Al final, el claro 105-92 constata que si los soviéticos quieren la revancha de Montreal deberán jugar mucho mejor. REVALIDA YUGOSLAVA La liguilla finalizó con Yugoslavia en primer lugar seguida de la Unión Soviética , Brasil, Italia, Estados Unidos, Canadá, Australia y Filipinas. Al mismo tiempo Checoslovaquia ganaba todos sus partidos y encabezaba el grupo de consolación seguida de Puerto Rico y China, mientras que Senegal regresaba a su país sin conocer la victoria. La jornada final superó todas las expectativas. Filipinas y Australia la abrieron para decidir los puestos séptimo y octavo. No cabía otro pronóstico que el triunfo australiana que llegó con un claro 94-72, confirmando la nefasta actuación de los anfitriones, incapaces de apuntarse una victoria en los ocho encuentros disputados. Ni el público, ni el calor, ni el favor arbitral permitieron a los filipinos una alegría. Estados Unidos, relegados a la jornada matutina para pelear por la quinta plaza ante Canadá, pagó así si soberbia y su escasa predisposición a tomarse el campeonato en serio. No formaba un buen conjunto y eso lo aprovecharon ciertos periodistas europeos para cantar la poca distancia que separaba al baloncesto norteamericano y europeo. Ganas absurdas de no reconocer la realidad. Estados Unidos ganó a Canadá (96-94) y se hizo con la quinta plaza: pobre consuelo. La jornada vespertina congregó a más de 30.000 personas en el Arena Coliseum de Quezón y se abrió con el partido por la medalla de bronce entre Brasil e Italia. Se asiste a un toma y daca constante, los italianos, entrenados por Giancarlo Primo, encuentran en Bartolotti (22 puntos) un artillero inesperado, pero los brasileños responden con Oscar (18) y Marcel de Souza (22). En los últimos minutos las defensas se endurecen, los italianos, acostumbrados, a los finales igualados, imponen su experiencia y llegan casi al final con un punto de ventaja, 84-85. Pero quedan cuatro segundos y Marcel de Souza se juega el todo por el todo: su lanzamiento lejano en el último segundo tarda una eternidad en entrar en la canasta rival pero, finalmente, lo hace y los brasileños se reencuentran con la senda del podio. 60 FUNDACIÓN PEDRO FERRÁNDIZ