BRUJULA TEOLOGICA | Page 8

con arrogancia. Pensando que somos mejores que otros hermanos que tienen otro tipo de pensamiento o que no han sido alumbrados adecuadamente con la luz del evangelio para llegar a la verdad. Si nosotros tenemos esa luz, entendemos la doctrina, la podemos presentar y tenemos resultados en el ministerio, no es por lo que somos, sino por lo que Dios es. No es por lo que soy y mis dotes y cualidades, las cuales no son ningunas, sino es por lo que Cristo es. “Porque todo es tuyo y de lo recibido de tu mano te damos”. Es decir, es un acto de negligencia no ofrecer de lo que Dios ha puesto sobre nosotros. Pero es un acto de gran arrogancia presumir que lo que ofrezco o doy, proviene de mí. Es un acto de profunda altivez pensar que doy de lo que tengo, pero es un acto de mucha negligencia y descuido no ofrecer de lo que Dios ha puesto sobre mí.

¡Dios nos ha dado dones usémoslos para su gloria! Extendamos su reino, pero hagámoslo con gratitud, humildad, sencillez y gozo. Descansando en Él, porque todo es de Él y ¿quién soy yo? y ¿quién es nuestra iglesia para que ser llamados hijos de Dios y ser instrumentos en sus manos? Ruego al Señor que esta meditación sea fijada, en el corazón de cada uno de ustedes, que con profundidad de corazón y sencillez digamos: Señor perdónanos porque no somos nadie frente a ti. No somos nadie ante tu gracia, bondad y santidad. Por el contrario, somos míseros, mendigos, como un gusano. Pero por la gracia del Señor somos lo que somos y podemos ser instrumentos en sus manos y extender su reino por su infinita bondad.

Que el Señor les bendiga

Citas tomadas de la RVR-95

Pastor Ismael Quintero Rojas

25 de marzo de 2016 – Bogotá D. C.

21 Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros,

22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. 23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, 25 para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar. 26 Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.