. Levítico 21:16-18.
Como ella era tenida como un ser inferior, cuando se hacia un censo eran contados solo los hombres.
Los israelitas viajaron desde Ramsés hasta Sucot. Había aproximadamente seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. Éxodo 12:37.
Y los que comieron fueron como cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. Mateo 14:21.
En la sociedad oriental el hombre podía tener las mujeres que pudiera mantener, más era severamente castigada la infidelidad de la mujer.
Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero. Éxodo 21:10-11.
Las leyes de la infidelidad funcionaban solo contra la infidelidad de la mujer. Si otro hombre tiene relaciones sexuales con ella sin que lo sepa el marido y aunque ella ya se ha contaminado, mantiene el secreto porque no hubo testigos ni fue sorprendida en el acto.
El marido es presa de los celos contra su esposa porque ella se ha contaminado.
También puede darse el caso de que un marido se ponga celoso aunque su esposa no se haya contaminado. Números 5:13-14.
De acuerdo con las leyes antiguas:
· La mujer no era una persona sino una cosa, un objeto que estaba enteramente a disposición de su padre o de su esposo.
· Se le prohibía aprender las leyes.
· No podía asistir a la escuela.
· No tenían parte en el servicio en el templo.
· En las reuniones religiosas estaban separadas en el templo en una sección donde no podían ser vistas.
El hombre iba a la sinagoga a aprender, la mujer a lo sumo a escuchar.
· Se clasificaba a las mujeres junto con los esclavos.
· En la oración matinal el hombre judío daba gracias a Dios por no haberle hecho un gentil, esclavo o mujer.