o sociedad abrumada por el silencio e indiferencia de sus gobernantes.
En nuestra nación es común ver ríos de personas que inundan las principales avenidas con causas que aparentemente son justas, en algunos de los casos, pero recurriendo a mecanismos violentos, injustos e injuriosos. La pregunta es: ¿se justifica protestar contra la injusticia con mecanismos injustos? ¿Vale la pena defender la ética con acciones antiéticas? ¿Validamos las protestas contra la falta de respeto a los derechos, usando consignas violentas e injuriosas? La respuesta es no. ¡No se justifica la injusticia con injusticia! ¡Ni se promueve valores con injuria y violencia! Por lo tanto, estas acciones de protestas, generan más resistencia, violencia y rebeldía.
ISMAEL QUINTERO
Pastor, Bogotá
Iglesia Presbiteriana
mecanismos injustos? ¿Vale la pena defender la ética con acciones antiéticas? ¿Validamos las protestas contra la falta de respeto a los derechos, usando consignas violentas e injuriosas? La respuesta es no. ¡No se justifica la injusticia con injusticia! ¡Ni se promueve valores con injuria y violencia! Por lo tanto, estas acciones de protestas, generan más resistencia, violencia y rebeldía.
Si buscamos el término "protestar" en un diccionario, encontraremos una definición similar a la siguiente: "es manifestar desacuerdo por algo". Por consiguiente, permítannos una gran síntesis: podemos definir "protestante" como aquella persona que, al ejercer la protesta, manifiesta su desacuerdo por algo. Cabe anotar que, a partir del siglo XVI, la palabra protestante cargó con un significado específicamente aplicado a los reformadores que expresaron o manifestaron su desacuerdo con los criterios doctrinales y tradicionales de la iglesia. Los consideró alejados del verdadero cristianismo bíblico y apostólico de los siglos precedentes.
En tal sentido, “protestantismo” es el título peyorativo que reciben los creyentes del siglo XVI, en especial Lutero, Calvino y sus seguidores, entre otros. Les llaman así, porque indican que, al no reconocer la autoridad papal, se separaron de la iglesia existente. Entonces “protestante” se refiere a la acción de los sujetos que protestan, considerándolos en este caso, sectarios o herejes. Y se considera “protestantismo” al sistema dogmático y práctico que documentaron los reformadores. Es decir, las doctrinas y prácticas que articularon como legado de la protesta o como reacción y denuncia a las doctrinas y prácticas censuradas.