voces de desagrado y denuncia contra el poder excesivo de la iglesia, contra su absolutismo, acumulación de dinero, abusos e indiferencia contra las capas menos favorecidas. Ante la corrupción de la iglesia y su terrible desviación teológica y moral. Muchos creyentes verdaderos fueron movidos a denunciar tales errores. Al respecto, el clero o magisterio de la iglesia, rechazó las afirmaciones de los creyentes celosos de la verdad e inquietos por el desenfreno de la iglesia. En tal razón, muchos tuvieron que salir, algunos fueron muertos atrozmente y otros exiliados. De esta forma, surgieron nuevas iglesias a las que llamaron protestantes.Así, quienes protestaron y se resistieron a los edictos, dogmas y doctrina de la iglesia del momento, fueron llamados protestantes. Además, por adherirse al pensamiento de los líderes de la reforma y sus postulados doctrinales.
Ellos proclamaron fuertemente la autoridad de la biblia como única regla de fe y conducta. Y protestaron contra las prácticas anti bíblicas. Es decir, todo lo que no esté acorde a las escrituras y su doctrina histórica, es digno de protesta. Protestaron para sentar su voz sobre la salvación por gracia y la sola fe. No es necesario ninguna obra humana en la salvación. No se requiere ninguna mediación que no sea exclusivamente la de Cristo. Por eso protestantismo fue el término usado para describir a los diferentes grupos denunciantes. La reforma protestante le devolvió a las Escrituras, su lugar apropiado dentro de la iglesia y sacó a la luz la doctrina apostólica de la justificación por fe.
La base inicial de lo que propiamente son las iglesias protestantes o protestantismo del siglo XVI, corresponde a iglesias históricas de carácter nacional, como la iglesia de Inglaterra o anglicanismo; la iglesia en Alemania y Escandinavia o luteranismo; la iglesia en Francia o Hugonotes; la iglesia en Suiza, países bajos y Escocia o calvinistas y reformadas y las iglesias metodistas. Después, surgen las llamadas iglesias congregacionalistas, anabaptistas o libres, que no son consideradas protestantes, sino disidencias de las protestantes. De esta forma, podemos ver que el carácter de la protesta y protestantismo no son desafíos actuales o circunstanciales; sino la base histórica de la fe bíblica. No protestamos por razones tangenciales; sino sobre la esencia de la fe cristiana. Para que ¡protesten… protestantes!