Debemos mantenernos firmes en la verdad de Dios y su voluntad revelada. Debemos desafiar las estructuras endebles de las “ideologías” de turno, con las bases firmes de la verdad absoluta del evangelio. Lo que esta sociedad necesita no son más leyes. Lo que más urgimos, no es de aceptación pasiva de todas las perversiones. ¡No necesitamos ser inclusivos, tolerantes y diversos! ¡Lo que necesitamos es volver al Señor! ¡Mirar su ley y rendirnos a sus propósitos! Lo que debemos hacer es denunciar las estructuras sexistas de dominación sociocultural y anunciar el evangelio con el discurso y el ejemplo de vida.
No olvidemos que el evangelio lejos de promover lo inapropiado, promueve la gloria de Dios. ¡Sólo el evangelio vindica los derechos de las víctimas y los victimarios! ¡Sólo el evangelio nos permite ver la vida desde la perspectiva correcta y nos encamina en la santidad basada en la verdad de Dios y para la mutua edificación! Lejos de la iglesia cristiana ser una institución discriminatoria y homofóbica; es una institución provista para dar esperanza, sentido y propósito de vida. ¡No nos realizamos en la perversión, nos realiza Cristo por su evangelio! ¡No nos desarrollamos negando a Dios y su palabra; nos realizamos viviendo para su gloria! La única cosmovisión en el mundo que incluye, dignifica, valora y desarrolla integralmente al ser humano se llama el evangelio. Todas las ideologías segregan, utilizan, victimizan y denigran de los mismos a quienes pretenden defender. Por tanto, no género que lleva al degenero; sino hogares, iglesias y sociedades bañados por el evangelio, saturados por la palabra y vestidos de su justica. ¡Esa es la diferencia! ¡Que el Señor nos ayude!
Reflexión pastoral
Pastor Ismael Quintero Rojas
02 de noviembre de 2016 – Bogotá D. C.