Nos preguntamos: ¿Realmente las mujeres son mejores administradoras que los hombres? ¿Pueden las mujeres ejercer poder y autoridad en una sociedad heterogénea con objetividad y sabiduría? ¿Están diseñadas para competir en los diferentes campos del saber y la producción en igualdad de condiciones con los hombres? ¿No será que su incursión desmedida en diversos campos de la sociedad, indica simultáneamente el descuido de áreas, espacios y campos de acción propios de su condición sexual de mujer? ¿Están dejando un vacío que los hombres no pueden llenar y la cuenta de cobro para ellas, la familia y sociedad llegará inclementemente?
En este artículo queremos llamar la atención a hombres y mujeres al respecto. Procuramos ser lo más objetivos posible y justos en las apreciaciones, sin dejar por ello de ser realistas y críticos. Pretendemos hablar de lo que hemos llamado un “SOS… mujeres”. Claro está, esté SOS para las mujeres, es un SOS implícitamente a los hombres e instituciones en general. Creemos que la mujer, la familia y las diversas instituciones están ante una emergencia o un SOS. Es un llamado urgentemente a revisar los motivos, realidades y desafíos imperantes de la sociedad y a las mujeres, a asumirlos con conciencia crítica y sabia determinación para no generar un desatino mayor para ellas y las instituciones en general.
Tal SOS está fundado en principios elementales y fundamentales del quehacer de la mujer en el diseño ontológico de su deber ser. El SOS no es desde la perspectiva competitiva u óptica feminista. Menos aún desde las dinámicas académicas de desarrollo y competencias individuales. El SOS al que llamamos la atención, es desde las verdades fundantes de la vida humana, las cuales se enmarcan en el diseño original de la creación y por ende se recrean en la realidad de la redención. Tal SOS, está concebido en principios de la voluntad del Señor y su relación para la vida. Entiéndase SOS como Silencio, Obediencia y Sujeción. Quizás ya lo que se vislumbraba interesante, ha dado un giro a ser un discurso antifeminista, misógino y machista. Pero queremos que ese sentimiento ante el SOS, no te detenga de seguir leyendo y con una actitud crítica y objetiva, te lleve a sacar conclusiones reflexivas y desafiantes. Si ese sentimiento te esta dominando, claramente estamos ante un SOS que amerita ser atendido con suprema urgencia y responsable actitud.
1. UN PRINCIPIO: CARÁCTER