BRUJULA TEOLOGICA JUNIO 2017_ DIA DEL PADRE | Page 6

Este pasaje nos lleva a la tercera perla que debe tener todo Padre, y es la generosidad, no me refiero a abundancia ya que, como todos sabemos, la abundancia en la mayoría de los casos es el antónimo de generosidad. El hijo sabía que de la mano de su padre podía recibir algún bocado, como dirían nuestras abuelas colombianas, donde comen tres comen cuatro y más, Una vez más aparece en escena el maravilloso carácter del Padre celestial, un padre generoso el cual tiene para usted y para mi sin medida, (Juan 3:34, 1 Pedro 4:5) Ya en los versículos 18 al 21 relatan las consecuencias a las que el hijo menor, según la ley de aquella época, se había sometido, ya que él había perdido todos sus derechos. Él sabía que legalmente podía ser recibido de nuevo en la casa de su padre, pero ya no como hijo sino como un criado, y para ese momento era la mejor opción que él tenía.

La cuarta perla está en el versículo 20 “El padre lo vio de lejos” ¡Qué escena más tierna y esperanzadora! muy seguramente el padre pasaba gran parte de su tiempo parado en la ventana, mirando a lo lejos, con la esperanza de ver de nuevo a su hijo. La joya de este pasaje es la misericordia, una característica más para los padres de hoy, A pesar del estado paupérrimo en que debió llegar el hijo menor, el padre lo reconoció de inmediato y sin importar su estado se echó sobre él. De la misma manera nuestro padre celestial no se ha fijado en nuestra condición sucia, pecaminosa, sino que echó sobre nosotros su amoroso plan de salvación, (Romano 5:8)

En los versículos siguientes 21 al 24, encontramos la quintas perla, El perdón, el padre no tuvo en cuenta la infamia cometida por su hijo, no le recrimina, no le cobra, sino más bien le restituye sus derechos de hijo. Recuerde que él no lo merecía porque había renunciado a sus derechos, Esta característica del Perdón es uno de los mayores atributos de Dios, y el centro de su palabra, solo por mencionar uno de cientos de pasajes, el salmo 103:3-5 que dice: “Él es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias; 4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias; 5 El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.” El padre, a pesar de nuestras infamias nos ha dado el privilegio de ser sus hijos, derecho que habíamos perdido en el edén. (Juan 1:12)