Adán y Eva como padres.
¿Qué podemos analizar aquí? En el capítulo 4 del Génesis, aparece Adán engendrando a sus dos primeros hijos Caín y Abel y Eva agradeciendo por haber sido madre. Por inferencia, podríamos decir que, como padres, transmitirían a sus hijos los conocimientos que ellos recibieron por revelación directa de Dios:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
En este último punto me pregunto cuál fue la instrucción que Adán, (como padre y como sacerdote de la familia) impartió a sus hijos, pues al revisar los versículos 3 al 10 encontramos la narración de la tragedia familiar que produjo el primer asesinato premeditado de la historia humana de que se tenga noticia, por lo cual podríamos culpar a Adán de haber sido un completo fracaso como padre.
¿En dónde estuvo el origen del fracaso? A primera vista, encontramos que después de terminado el primer juicio de la historia humana, se interrumpió completamente la comunicación que había existido por un buen tiempo entre Dios y el hombre. Así las cosas, me atrevo a afirmar que la causa fundamental de este fracaso fue la ruptura de la comunión con Dios. Si no había habido ningún asesinato en la tierra, Adán no tuvo ninguna base o punto de referencia para sospechar que algo así sucedería en su familia, por lo cual tampoco estuvo preparado para guiar las relaciones intrafamiliares en un terreno diferente/conciliador y como no se comunicaba con Dios, no pudo recibir de El ninguna advertencia o dirección.
Gracias a Jesús, la conexión con el Padre fue restaurada en la Cruz del Calvario. Podemos ahora aprender a ver a través de los ojos de la fe, en vez de creer sólo en lo que vemos, como el mundo hace. Asimismo podemos seguir creciendo en el conocimiento de Dios y de Su hijo por la revelación del Espíritu Santo y entender que Dios es el ETERNO YO SOY; Dios no tiene pasado ni futuro. El vive fuera de la dimensión tiempo, en un eterno presente y nosotros sus hijos, moviéndonos en el campo de la fe, podemos entrar también a operar en esa dimensión, fuera del tiempo, donde nos entendemos con nuestro Padre en el único lenguaje que a Él le agrada.
Marco de referencia con la actualidad.