BRUJULA TEOLOGICA JUNIO 2017_ DIA DEL PADRE | Page 27

Adán y Eva como padres.

¿Qué podemos analizar aquí? En el capítulo 4 del Génesis, aparece Adán engendrando a sus dos primeros hijos Caín y Abel y Eva agradeciendo por haber sido madre. Por inferencia, podríamos decir que, como padres, transmitirían a sus hijos los conocimientos que ellos recibieron por revelación directa de Dios:

a)Principios básicos del idioma.

b)Principios de comportamiento en familia.

c)Principios de educación sexual.

d)Cuidados básicos de higiene personal.

e)Bases sobre cómo cultivar la tierra.

f)Bases sobre cómo cuidar el ganado.

g)Reconocimiento/adoración/rendición de culto a Dios.

En este último punto me pregunto cuál fue la instrucción que Adán, (como padre y como sacerdote de la familia) impartió a sus hijos, pues al revisar los versículos 3 al 10 encontramos la narración de la tragedia familiar que produjo el primer asesinato premeditado de la historia humana de que se tenga noticia, por lo cual podríamos culpar a Adán de haber sido un completo fracaso como padre.

¿En dónde estuvo el origen del fracaso? A primera vista, encontramos que después de terminado el primer juicio de la historia humana, se interrumpió completamente la comunicación que había existido por un buen tiempo entre Dios y el hombre. Así las cosas, me atrevo a afirmar que la causa fundamental de este fracaso fue la ruptura de la comunión con Dios. Si no había habido ningún asesinato en la tierra, Adán no tuvo ninguna base o punto de referencia para sospechar que algo así sucedería en su familia, por lo cual tampoco estuvo preparado para guiar las relaciones intrafamiliares en un terreno diferente/conciliador y como no se comunicaba con Dios, no pudo recibir de El ninguna advertencia o dirección.

Gracias a Jesús, la conexión con el Padre fue restaurada en la Cruz del Calvario. Podemos ahora aprender a ver a través de los ojos de la fe, en vez de creer sólo en lo que vemos, como el mundo hace. Asimismo podemos seguir creciendo en el conocimiento de Dios y de Su hijo por la revelación del Espíritu Santo y entender que Dios es el ETERNO YO SOY; Dios no tiene pasado ni futuro. El vive fuera de la dimensión tiempo, en un eterno presente y nosotros sus hijos, moviéndonos en el campo de la fe, podemos entrar también a operar en esa dimensión, fuera del tiempo, donde nos entendemos con nuestro Padre en el único lenguaje que a Él le agrada.

Marco de referencia con la actualidad.