Si educamos a nuestros niños, tendremos sociedades diferentes. Allí está la clave para cambiar a la gente del futuro, con fundamentos sólidos. Podemos hacer personas con una moral diferente con excelentes principios que construyan generaciones con proyecciones dirigidas a una meta con éxito. En nuestro caso como iglesia; instruyéndola con principios básicos y fundamentales para formar al pueblo de Dios tan anhelado: Una iglesia sin mancha y sin arruga; esta es la iglesia que el Señor Jesucristo espera.
César A. Ortiz C.
Pastor. USA
básicos y fundamentales para formar al pueblo de Dios tan anhelado: Una iglesia sin mancha y sin arruga; esta es la iglesia que el Señor Jesucristo espera. De ahí la responsabilidad de nosotros como padres, maestros de iglesia y educadores, en todo el sentido de la palabra, tenemos un compromiso con Dios y un deber como miembros del cuerpo de Cristo en la educación de los infantes en medio de un mundo, crítico bombardeado por antagonismos sin límites y destructores; antagonismos que no les importa las consecuencias y destrucción de niños a cambio de los rublos que se obtienen con sus ganancias. Claro, todo esto está tras de un velo oscuro que se llama satanismo.
Debemos tomar conciencia y hacer de nuestros niños una sociedad diferente usando los avances tecnológicos para llevarles la Palabra Divina que es el verdadero y perfecto fundamento: Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” 2 Timoteo 3:16 RVR60
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