Estimado Will, me encanta la escuela dominical, los juegos y las personas allí, pero lo que más me gusta de la escuela dominical, es la predicación, me encantan sus sermones. (Nigeria 8 Años)
Me gusta la escuela dominical, me gusta ir a la casa de Dios para aprender a decidir entre lo malo y lo bueno, me gustan los juegos las bromas, pero en la casa de Dios no hago desorden (Edwin 10 años)
Yo no vengo por la comida, vengo a buscar a Dios, yo no vengo a hablar, vengo a hablar y aprender de Dios, me agrada Will y los demás, Son muy buenos. (Kiana, 10 Años)
Son las expresiones de tres de 2500 niños que Apróximadamente asistieron a la escuela dominical dirigida por Will Wilson en los años 70 y 80 en los suburbios de Nueva York. (Tomado del libro ¿de quién es este niño? Pag. 1-3)
Este año cumpliré 44 años, y de estos, 30 los he dedicado a servir al Señor, mi primer experiencia en un pulpito fue aproximadamente a los 11 años de edad, me postularon para ser el director del culto de celebración del día de mi pastor, no recuerdo prácticamente nada de lo que paso ese día, pero si estoy seguro de lo que eso pudo significar para mi formación ministerial.
Por esos años, en la iglesia Esmirna de las Asambleas de Dios, guiada por los pastores Víctor Y Doris Buitrago, había un “culto de niños” quien lo dirigía la misionera Sandra Ramos, quien hoy sirve en Pichilemu Chile, esta actividad infantil fue tan significativa y tan enriquecedora como pocas en mi vida, Cada sábado me levantaba con el ferviente deseo de estar en el culto de niños, me gustaba absolutamente todo lo que se hacía por nosotros y para nosotros, un día, esta misionera me dio la oportunidad de predicar, ¡valla que vuelvo a sentir la misma emoción!, no recuerdo bien el tema que escogí para la enseñanza, que por cierto fue la más funesta y pésima enseñanza que jamás he dado, dedique todo el mensaje a hacer preguntas a los niños y jamás concluí el tema, lo importante del caso es que ya había descubierto mi amor y pasión por servir al Señor.