28. Paciencia: Aceptar las cosas que no siempre quiero y soportar las molestias de estas con serenidad, sabiendo que vienen del Señor. “El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez” (Pv. 14:29).
29. Perdón: Estar siempre dispuesto a arrepentirme de mis pecados para con el Señor y solicitar y otorgar perdón a quien he agraviado y restaurarlo. “El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos” (Pv. 17:9).
30. Perseverancia. Estar firme y fiel pese a las dificultades que surjan.“Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que él ha prometido a los que le aman”(Stgo. 1:12).
31. Prudencia: Disponer siempre mi corazón a su voluntad y discernir qué hacer en cada circunstancia; ponderando adecuadamente su propósito y gloria, según criterios bíblicos. “El simple todo lo cree; mas el avisado mira bien sus pasos” (Pv. 14:15)
32. Pudor: Reconocer el valor de mi intimidad, cubrirla a extraños y respeta y rechazar dañar la de los demás, excepto para ayudar. “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos” (1 Pd. 3:3).
33. Resiliencia: Seguir adelante cuando sólo vea oscuridad y aceptar las decepciones y reveses. “Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas”(Jos 1:9).
34. Respeto: Usar siempre la verdad de Dios en el trato y valor a los demás. “No seguirás a la multitud para hacer el mal, ni testificarás en un pleito inclinándote a la multitud para pervertirla; tampoco serás parcial al pobre en su pleito” (Éx. 23:2-3).
35. Responsabilidad. Asumir las consecuencias de mis actos, sin responsabilizar a terceros, sino asumiendo mi compromiso. “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Jn. 1:9).
36. Sacrificio: Olvidando intereses personales, sacrificarme por personas o causas que el Señor providencialmente asigne. “Lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios” (Ef. 5:2).
37. Sencillez: Cuidar que, en mi comportamiento habitual al hablar, vestir y actuar, esté en concordancia con los principios íntimos del evangelio. “La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos” (Pv. 11:3).
38. Servicio: Disposición a servir al Señor y al prójimo con los dones recibidos.“Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mt. 6:24).
39. Simpatía: Tener inclinación afectuosa y amistosa a mis hermanos para amarlos, cuidarlos, consolarlos y presentar el evangelio. “Tened piedad, tened piedad de mí, vosotros mis amigos, porque la mano de Dios me ha herido” (Job 19:21).