una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios” (Ef. 5:2).
37. Sencillez: Cuidar que, en mi comportamiento habitual al hablar, vestir y actuar, esté en concordancia con los principios íntimos del evangelio. “La integridad de los rectos los encaminará; pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos” (Pv. 11:3).
38. Servicio: Disposición a servir al Señor y al prójimo con los dones recibidos.“Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mt. 6:24).
39. Simpatía: Tener inclinación afectuosa y amistosa a mis hermanos para amarlos, cuidarlos, consolarlos y presentar el evangelio. “Tened piedad, tened piedad de mí, vosotros mis amigos, porque la mano de Dios me ha herido” (Job 19:21).
40. Sinceridad: Si conviene, decir al indicado las cosas con claridad, respeto. “No somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que, con sinceridad, como de parte de Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo” (2 Cor. 2:17).
41. Sobriedad: Utilizar razonablemente los cinco sentidos, dinero, esfuerzos, para servir al Señor y a otros según su voluntad. “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”(1 Pd. 5:8).
42. Temor: Descansar en su verdad y temerle en todas mis acciones, no actuar sin la conciencia que él ve y reprende. “Quien teme al Señor aborrece lo malo yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso” (Pv. 8:13).
43. Templanza: Tener dominio de la voluntad sobre las pasiones pecaminosas y equilibrio en el uso de las cosas. “Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tt. 2:12).
44. Tolerancia: Aceptar con respeto y consideración condiciones provistas. “A causa de los falsos hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud”(Gál. 2:4).
45. Verdad: Decir siempre la verdad y defenderla hasta morir; sabiendo que es base de su carácter. “Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad” (2 Tm. 2:15).
Esta lista es para recordarme que los propósitos pueden estar muy buenos, pero no sirven para nada si no hay acciones detrás que testifiquen que el Señor ha perseverado para hacerlos realidad. No será fácil, pero con la ayuda y gracia del Señor son posibles. los comparto para que pidas al Señor por mí y para que te sean de guía en este nuevo año.
Reflexión pastoral
Pastor Ismael Quintero Rojas
02 de enero de 2017 – Bogotá D. C.