más grande, usualmente ubicada en la ciudad más populosa. (Gibbon p.413-415)
Con la conversión nominal de Constantino el Grande al cristianismo, el modelo de gobierno de la iglesia se acercó más aún al del Estado Romano. Wharely escribió: “Bajo Constantino el Grande, la iglesia empezó por primera vez su conexión con el Estado y en su gobierno se acomodó completamente sobre los principios políticos del Estado” (Church History, p.55)
Corrupción y Decadencia Moral.
“Los obispos tenían penosas peleas entre ellos, respecto a las fronteras de sus dominios y la extensión de sus jurisdicciones; y mientras ellos pisoteaban los derechos del pueblo y de los compañeros clérigos de menor jerarquía, competían con los gobernadores civiles de las provincias en lujos, arrogancia y voluptuosidad.” (Institutes of Ecclesiastical History, po.131) Este era la triste realidad que se vivía entre los líderes espirituales de la iglesia católica, cuando la Reforma se concretó.
Al año de ser nombrado Constantino emperador de Roma, el cristianismo fue reconocido como la religión oficial del imperio, lo cual no solo afectó el gobierno de la iglesia, sino la moral de sus ministros y cobró una profunda influencia en la iglesia como institución y en su membresía:
Cesó inmediatamente la persecución a la iglesia.
El antiguo festival del “día del sol” fue proclamado como día de descanso y adoración.
Los templos paganos fueron consagrados como iglesias.
Los ministros pasaron a ser de la clase social privilegiada.
Los personajes prestigiosos socialmente empezaron a hacerse miembros de las iglesias.
Ambiciosos, mundanos, inescrupulosos hombres buscaron trabajo en las iglesias para ganar influencia social y política.
“Las formas y ceremonias del paganismo gradualmente se introdujeron en la liturgia de la iglesia católica. Algunas de las antiguas fiestas paganas llegaron a ser festivales de la iglesia, y únicamente les cambiaron el nombre. El uso de imágenes de santos y mártires comenzó a aparecer alrededor del año 405 en las iglesias.” (Hurlbut, p.80)