BRUJULA TEOLOGICA DICIEMBRE 2017 | Page 4

¿Hasta donde son ellos responsables por la tremenda división del Cristianismo en el tiempo presente? ¿Fueron esos reformadores exitosos en alcanzar las metas que se propusieron? Mas importante aún, si dentro de esas metas estaba el re-capturar la pureza inicial de la fe y de la Iglesia primitiva inspirada y delineada en el Nuevo Testamento, fue ese movimiento exitoso en su cometido?

El Desarrollo de la Iglesia Católica.

Dentro de este discurrir investigativo encontramos las narraciones de algunos historiadores (James Wharey, Edward Gibbon), cuyas apreciaciones nos permiten ver que la Iglesia Católica, como tal, sólo comenzó su existencia en el siglo IV, y que muchas de las enseñanzas iniciales originales desaparecieron de las Iglesias locales, dentro de los cien años posteriores a la ascensión de Jesús al cielo y la muerte de los Apóstoles.

Antes de la aparición de la Iglesia Católica, hubo muchas divisiones y facciones dentro de la iglesia cristiana, pero el progreso de la idolatría se retrasó por la persecución del Estado Romano, el cual impidió la llegada del Paganismo (portador de varias ideas extrañas al cristianismo), protegiendo así temporalmente la doctrina de la iglesia contra el deterioro en ese sentido. Otros errores doctrinales, infiltrados durante los primeros tres siglos de vida de la cristiandad, continuaron vigentes, ya que la teología en boga los había propagado y muchas de las doctrinas impartidas a los fieles estaban basadas en el pensamiento de Platón y otros filósofos griegos. Orígenes, uno de los grandes de la iglesia, fue un admirador de la filosofía y la empleó para explicar las doctrinas del evangelio. (Wharey, p.46).

Explicando este periodo, Gibbon nos describió el gradual desarrollo de lo que llegó a ser la jerarquía Católica Romana, modelada con base en el gobierno del Imperio Romano y escribió:”Los cristianos primitivos estaban muertos en los negocios y placeres del mundo; pero sus actos de amor, los cuales nunca se extinguieron completamente, muy pronto revivieron y encontraron una nueva ocupación en el gobierno de la iglesia” (Gibbon, p.410). Sobre el desarrollo de ese tipo de gobierno de la iglesia dice que el modelo de los sínodos provinciales llego muy rápido, colocando las iglesias de una misma área, bajo el liderazgo del obispo de la congregación más grande, usualmente ubicada en la ciudad más populosa. (Gibbon p.413-415)