Creemos que la tan notable expresión: “Emanuel: Dios con nosotros” indica aspectos mucho mas fundamentales y trascendentes que estos. Por tanto, pretendemos en este artículo, abordar algunas de estas verdades que, a juicio de la escritura y el carácter de Dios, deben ser consideradas con seriedad. Por estas razones, creemos firmemente que cuando la escritura dice: “Emanuel: Dios con nosotros” indica por lo menos tres aspectos esenciales: su revelación, es decir el carácter de la deidad; su redención, es decir el pacto y su relación, es decir, su providente cuidado para su pueblo.
En el desarrollo de este artículo podremos ver en adecuada perspectiva las implicaciones teológicas, bíblicas, cristológicas y pastorales de tan hermosa frase. Están invitados a caminar con nosotros en las verdades de la escritura y sus desafíos para la iglesia en todos los tiempos. Analicemos las bendiciones e implicaciones de estar en Cristo. Identifiquemos los resultados de su obra en nuestro hogar. ¡Porque sólo su gracia, nos capacita para tomar decisiones adecuadas en momentos de tensión, incertidumbre y adversidad! ¡La presencia de su Santo Espíritu en el creyente es garantía de éxito y bendición!
1. SU REVELACIÓN - DIOS
Con relación a la expresión: “Emanuel: Dios con nosotros”, podemos decir que, en primer lugar, nos da una adecuada comprensión del ser de Dios y su revelación. Se enfoca fundamentalmente en dar por hecho, su existencia y ratificar su naturaleza. La frase, muestra la deidad en su aspecto fundamental o esencial: su carácter. Es necesario que la palabra hebrea “Emanuel,” la enfoquemos en la verdad absoluta de su ser. ¡Dios es real! Existe y su esencia es digna de ser creída, reconocida y comprendida a la luz de su palabra.
La mayor dificultad que tiene la humanidad caída, es aceptar la realidad del ser supremo. Su existencia, esencia y carácter, es un tema de difícil comprensión y aceptación. Es mucho más fácil aceptar sus promesas, sus bendiciones y hasta sus normas; que el ser de Dios. Quizás por esta razón, la mayoría de cristianos se enfocan en aspectos de beneficio o utilidad y no en la esencia de la deidad. La revelación de Dios en las escrituras es un aspecto olvidado y despreciado en la práctica de la vida cristiana. Son muchos los que conocen ampliamente las promesas, las normas y los beneficios, pero desconocen a Dios. Por eso adoran a un Dios desconocido, extraño y creado a su imaginación.
Saber que esta sublime expresión, tiene como finalidad esencial revelar a Dios, es quizás novedoso para muchos de nosotros. Esta verdad, no tiene como finalidad, alentar el espíritu de la época; sino humillar el corazón y levantar la mirada al cielo. ¡Su propósito es afirmar, que Dios existe! Su esencia y perfecciones, son el punto de partida para avanzar en su adoración.