LA GRACIA EN PABLO
Quiero partir II. Corintios 12. Donde pablo habla de una palabra olvidada por muchos o mal aplicado por otros y es la palabra “Gracia” gr.jaris = Presencia.
Últimamente se puede observar la metamorfosis que ha sufrido la predicación del evangelio de Cristo, cada proclamador del mismo ya sea escrito hablado o cantado se presenta cual buscador de oro cerniendo entre lodo y arena la pepita de oro que tanto desea y la presenta como un gran hallazgo. Nuevas doctrinas aparecen, o nuevos pensamientos que alejan de la verdad al lector bíblico.
Pablo deja muy claro en 2 Corintios 12:1-7, cuál debe ser la verdadera búsqueda del tesoro que el cristiano debe buscar. “Me refiero a la Gracia de Dios”
Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis debilidades. Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Se han ofrecido incontables explicaciones concernientes a la naturaleza del aguijón de Pablo en la carne. Pero no sobre el aguijón que habla Pablo al que quiero referirme, ya que es un pasaje que solo brinda interrogantes estériles. Quiero referirme a la gracia porque es la esencia de la vida de todo aquel que sirve a Dios de diversas maneras