1. DECISIONES SIN PRINCIPIOS
En primer lugar, llama la atención que Sansón en su vida de joven, manifestó un terrible desenfreno en la toma de decisiones sin principios. Sus decisiones eran ilógicas, sin razón y sin verdad. La pregunta es: ¿Por qué un niño consagrado al Señor, señalado desde antes de nacer para tan noble misión en su juventud manifiesta una notoria sin razón? ¿Por qué le vemos envuelto en toma de decisiones apresuradas y precipitadas sin el más mínimo análisis y valoración adecuada a la verdad? Tengo la tentación a preguntar: ¿Qué grado de responsabilidad en esta realidad corresponde a los padres? ¿Pudo ser que los padres creyeron y se convencieron que su hijo era especial a los ojos del Señor y útil en sus manos; pero no asumieron un rol de instructores y orientadores con el evangelio? ¿O quizás sus padres solo le enseñaron la teoría y no el ejemplo? ¿O talvez solo le dieron principios, pero no lo expusieron a temprana edad a la aplicación de esos principios en su vida diaria?
¿Por qué Sansón empezó mal su ministerio? ¿Por qué se emparenta con el enemigo y viola el principio divino? “Descendió Sansón a Timnat, y vio en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos. 2 Y subió, y lo declaró a su padre y a su madre, diciendo: Yo he visto en Timnat una mujer de las hijas de los filisteos; os ruego que me la toméis por mujer” (Jue. 14:1-2). “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (2 Cor. 6:14). ¿Porque se casó con extranjeras y no le atrajeron las mujeres de su pueblo? “Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David” (1 Ry. 11:4). Sansón eligió esposa como jugando a los dados y no con la seriedad y criterio que amerita a los creyentes. No tuvo en cuenta la voluntad de Dios en la toma de decisiones. No fue un hombre de oración, dependencia y sencillez de vida. ¿Será que a los padres de Sansón se les olvidó instruir integralmente su hijo y modelar la toma de decisiones basada en principios absolutos y no relativos? ¿Es posible que Manoa y su esposa se vieran tan abrumados por el desafío que confiaron pasivamente en la promesa y bajaron los brazos frente al deber? ¿Quizás se obnubilaron con los detalles, sonrisas, sollozos y demás migajas de ternura que nos ofrecen los hijos y no miraron que su hijo era pecador que debía ser llevado a Cristo?