BRUJULA CIUDADANA Respuestas humanitarias, ni muros ni promesas | Page 23

1) V isiones regionales y multilaterales sobre el papel de M éxico ante el éxodo centroamericano 21 La solidaridad se ha demostrado de muchas maneras en ambos países: en EUA, por me- dio de manifestaciones multitudinarias de apoyo (a los centroamericanos) y repudio a la administración Trump; en el ámbito filan- trópico, numerosas fundaciones han creado fondos específicos para programas locales que están amparando a lo/as migrantes; las universidades, sobre todo las facultades de derecho están asistiendo en procesar solicitudes de asilo; grupos religiosos de varias denominaciones se han movilizado a la frontera para servir y dar consuelo; pequeños negocios regalan víveres y ropa; pero sobre todo cientos de personas voluntarias han llegado desde otras ciudades como Chicago y Nueva York para ofrecer apoyo, ya sea con servicios profesionales, cocinando, limpiando, seleccionado ropa o entreteniendo a los ni- ños. Así mismo, tanto la sociedad civil como el gobierno mexicano han tenido respuestas de gran humanismo hacia los migrantes en su travesía hacia los EUA incluyendo comida, ropa, servicios médicos, apoyo en albergues y casa migrantes, visas humanitarias y de trabajo para quienes deseen permanecer en territorio mexicano. Lo Malo: rechazo y xenofobia A pesar del espíritu altruista y generoso de muchos, también se han dado manifesta- ciones de rechazo y polémicas repudiando la llegada de los migrantes en ambos lados de la frontera. En Tijuana, una minoría de residentes organizó marchas de repudio en contra de los migrantes, aduciendo que su presencia masiva ha perturbado la cotidiani- dad de las comunidades, la prosperidad de sus negocios y que se sienten amenazados ante la incertidumbre del tiempo que pue- dan permanecer allí. Incluso el Presidente Municipal Juan Manuel Gastélum, instigan- do sentimientos xenofóbicos, calificó a los migrantes de “indeseables”. En los EUA el actual presidente y su gobierno acérrima- mente proponen nuevas barreras, físicas y legislativas, para impedir la entrada de estos migrantes. Incluso prefirió cerrar el gobierno y no suscribir el presupuesto nacional, hasta que el congreso apruebe los $5,700 millones de dólares que solicita para construir el muro fronterizo. También han intentado cambiar las leyes y los requisitos para otorgar asilo, con el fin de volver casi imposible la obtención del estatus migratorio que los integrantes de las caravanas requieren para permanecer en territorio norteamericano. Los mensajes de odio y racismo del presiden- te Trump hacia los migrantes han detonado sentimientos negativos frente a los contingen- tes masivos de migrantes, creando miedos donde no existían. Sus constantes amenazas, la manipulación e información tergiversada