BRUJULA CIUDADANA Respuestas humanitarias, ni muros ni promesas | Page 19

1) V isiones regionales y multilaterales sobre el papel de M éxico ante el éxodo centroamericano 17 que los tabasqueños, las mujeres de todo el mundo trabajando en fábricas que se de- rrumban, por ejemplo, en la colonia obrera de la Ciudad de México durante el sismo del 2017, con historias de rostro femenino y costureras migrantes “sin papeles” que, como las costureras del sismo de 1985, valían menos que la mercancía para los dueños de estos talleres (Véase https://www.jornada. com.mx/2017/09/25/politica/018n1pol). Y este es, desde mi perspectiva, uno de los retos más complejos que la muy anunciada política migratoria del gobierno de la IV Transformación no consigue siquiera esbozar. México es un destino para buen número de los centroamericanos que se internan sin permiso en él. Aún se desconoce en profundidad cuáles son los planes y programas concretos de política pública que el gobierno federal nos prometió desde diciembre de 2018. Hasta el momento nadie posee dicha política mi- gratoria detallada en acciones concretas, es decir, desconocemos aún las medidas que este gobierno implementará para, como pro- meten, “asegurar el respeto a los derechos humanos de los migrantes”. No obstante, y partiendo de lo que se anunció en sendas conferencias de prensa de diciembre, pare- ciera que el gobierno de la IV Transformación no termina de aceptar que los desplazados centroamericanos llegaron para quedarse y establecer comunidades de nacionalidades y suscripciones identitarias múltiples, pues múltiples son los territorios de asentamiento de estas diásporas. Mención por separado merecen las aspira- ciones del gobierno actual de “incentivar el desarrollo local y regional”. Una receta ya muy ensayada por las multinacionales de la solidaridad en América Central, que con proyectos de cooperación al desarrollo han tratado de paliar el poscolonialismo que na- ciones como Nicaragua experimentaron a modo de revancha por sus aspiraciones de “liberación nacional”. El desarrollismo es un paradigma que además de ser infructífero, endeudó a comunida- des enteras, cuyas cabezas de familia (buen número de ellas mujeres madres solteras) tuvieron que migrar para cubrir los créditos que las ayudarían a salir del subdesarrollo. En otras palabras, tuvieron que, migrar para no perder las tierras que entregaron como