BRUJULA CIUDADANA Respuestas humanitarias, ni muros ni promesas | Page 20
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“fianza” para los proyectos productivos de
las transnacionales de la esperanza (Véase
el trabajo de Exiliadas del Neoliberalismo
de María Galindo; https://www.mujeres-
creando.org/pag/articulos/2007/poneni-
casexiliadas.htm).
Pero, además, para financiar “el desarrollo”,
el nuevo gobierno mexicano quiere apo-
yarse en regímenes como el de Guatemala
(que anuncia tentativas de Estado de sitio),
el de Nicaragua (que persigue a estudiantes
que solicitan transporte hasta matarlos)
o el de Honduras (una dictadura abierta,
que muchos hondureños quisieran fuera
reconocido como gobierno impuesto por
las transnacionales que despachan desde
Washington).
¿Cuál sería entonces sino una perspectiva
efectivamente apegada a derechos humanos
la más adecuada para gestionar un movi-
miento que es a la vez social y migratorio?
¿Qué acciones concretas podrían desplegarse
para superar la crisis humanitaria del Éxodo
Migrante, que puede agudizar la ya existen-
te y que mantiene en el limbo a cientos de
familias y personas migrantes en Tijuana, la
ciudad más peligrosa de México?
Muchas organizaciones sociales han propues-
to la creación de una política migratoria que
sustituya el enfoque securitario vigente hasta
ahora, oficializado con el Plan Frontera Sur
de Peña Nieto; una nueva política, basada en
el pleno respeto a los derechos humanos,
comienza por reconocer a su interlocutor;
las caravanas de migrantes son, en efecto, un
sujeto colectivo de derecho en condición de
vulnerabilidad. Reconocer a los desplazados
centroamericanos como un sujeto colectivo
necesariamente llevaría a otorgarles estatutos
legales y derechos colectivos: el de pueblo en
condición de desplazamiento (véase http://
gtpm.mx/wp-content/uploads/2018/11/
Comunicado-12nov-final.pdf ).
Insistir en desarrollo regional en zonas atra-
padas por dictaduras declaradas o a punto
de salir del clóset, supeditar los derechos
humanos universales a la nacionalidad de
los sujetos que los merecen e insistir en la
fantasía de que las migraciones por hambre
y terror deben ser “ordenadas, seguras y
regulares” es negar la realidad. Esa realidad
ya nos desbordó cuando vimos caminando
en las madrugadas a mujeres y niños por las
carreteras de este país, dirigiéndose a un
norte donde los esperaban la xenofobia de
mexicanos y los gases lacrimógenos de la
patrulla fronteriza.
Si no, que lo digan las 15 almas, y las que se
sumarán por el camino, que este 15 de enero
inician la segunda gran Caravana por la Vida
desde San Pedro Sula.