BRUJULA CIUDADANA Respuestas humanitarias, ni muros ni promesas | Page 11

1) V isiones regionales y multilaterales sobre el papel de M éxico ante el éxodo centroamericano 9 productivos, que requiere de una política de visas activa. Esto podría incluir un intento deliberado por atraer a trabajadores de la tecnología y la innovación, ahora que se está dificultando más entrar a los Estados Unidos, pero debe ser más amplia. Además de esto, hay sectores de la economía mexicana donde hay necesidades de mano de obra no calificada, en construcción, agri- cultura de exportación y algunas industrias en el norte y centro del país, que podría ser resuelto con visas para los centroamerica- nos quienes de todos modos van a llegar a México de forma indocumentada. Crear una visa para centroamericanos, como ha pro- puesto el presidente Andrés Manuel López Obrador, sería una forma de canalizar a estos migrantes hacia sectores productivos que los pueden absorber. Como es muy probable que México tendrá cierto nivel de migración centroamericana que decide residir en Mé- xico en estos años, es mejor tener canales legales e integrarlos en los sectores de la economía donde sí hay demanda. La segunda pregunta por contestar es qué sistema de protección quiere tener México para los migrantes que están huyendo de la violencia y la persecución en sus países de origen. El gobierno mexicano, uno de los signatarios de la Declaración de Cartagena, un documento fundacional en América Latina y el Caribe sobre asilo y refugio, ha tenido históricamente una definición amplia de asilo político que abarca no solo la persecución política sino la violencia generalizada. El go- bierno mexicano ofrece no solo asilo político a los que reúnen los criterios para esto, sino también la protección complementaria a los que no reúnen los requisitos completos para el asilo pero estarían en peligro al ser regre- sado a su país de origen. Pero ahora el sistema de asilo está sobre- cargado, ya que muchos centroamericanos y venezolanos están buscando protección de situaciones de violencia y la Comisión de Ayuda a Refugiados (Comar) no tiene la ca- pacidad de tomar decisiones por la cantidad de solicitudes que enfrenta con los pocos recursos que tiene. El Congreso mexica- no no ha aportado recursos adicionales a la Comar, pero hay formas de atraer más fondos a través de la cooperación interna- cional y reestructuraciones internas dentro de la Secretaría de Gobernación, temas que deberían ser prioritarios para que México siga siendo un país respetado en el mundo por su atención a los refugiados y en un mo- mento en que el número de los que buscan asilo está incrementando masivamente. La construcción de un sistema de asilo capaz de enfrentar esta nueva ola de refugiados debería ser una prioridad hacia el futuro.