BRUJULA CIUDADANA Respuestas humanitarias, ni muros ni promesas | Page 10

Brújula Ciudadana 105 8 todas partes del mundo. Algunos solicitantes de asilo probablemente lo usan como pro- tección en México mientras siguen su paso hacia los Estados Unidos, pero toda parece indicar que la mayoría se quede en México a vivir. El número de centroamericanos re- cibiendo tarjetas de visitante por razones humanitarias también se ha disparado, sobre todo como medida de legalizar el estatus de los que participaron en la caravana. Algunos tropiezos de la embrionaria política migratoria mexicana Por muchos años, México ha tenido una política de no tener política migratoria o, por lo menos, una política limitada en temas migratorios con respeto a los que llegan al país. Desde luego, el sistema funcionaba hasta cierto punto. Se podía manejar un nú- mero limitado de aplicaciones de visas y de asilo, muchas veces con eficacia. De hecho, México era un país bastante abierto a los que podían obtener trabajo en la economía formal y hacía la vista gorda a los poco traba- jadores indocumentados. Y poco a poco fue construyendo algunos controles fronterizos, aunque sin mucho debate público ni pensa- miento estratégico, que llevó a un sistema de abusos constantes contra los migrantes indocumentados. La política migratoria mexicana se desarrolló entre el deseo de mostrar apertura a los migrantes — algo que exigía el gobierno mexicano a sus contrapartes en Estados Uni- dos — y una creciente presión del gobierno estadounidense para tener más control sobre los flujos de extranjeros que pasaban por Mé- xico en su camino hacia Estados Unidos. No hubo debate de alto nivel sobre cuáles eran las necesidades y propósitos de México en cuanto a la migración, ya que se consideraba que la migración era mayormente transitoria. Los grandes debates migratorios tenían que ver con la emigración y como mantener los lazos con los connacionales en el extranjero, no sobre la inmigración hacia México. Cuatro preguntas sobre la inmigración en México Ya ha cambiado el panorama significativamen- te, y las caravanas han servido para poner el tema de la inmigración en el ojo público. Y eso enfrenta México con las cuatro pre- guntas que cualquier sociedad que recibe a migrantes tiene que abordar. La primera pregunta es ¿Quiénes queremos que entren a nuestro país y para qué? En el caso mexicano, hay por lo menos tres respuestas claras. México necesita atraer mano de obra calificada para sus sectores