Brújula Ciudadana 90
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realizado. Por eso supimos con anticipación
que en Coahuila había habido rebase de
topes de gastos de campaña y en el Estado
de México, no. Por ello, el debate empezó
antes de que conociéramos los detalles del
trabajo de fiscalización, los rubros de gasto,
las causas de las multas o los argumentos y
explicaciones del INE.
La fiscalización en Coahuila y en el
Estado de México: una comparación
Una y otra vez se comparó la fiscalización
de Coahuila con la del Estado de México
y no se entendió por qué en un caso había
rebase y en otro no. El hecho es que, en las
cuatro elecciones, los candidatos de todos
los partidos reportaron irregularmente sus
ingresos y egresos. Por eso, la fiscalización
de 3,254 campañas implicó revisar 82,817
pólizas y se impusieron sanciones por más de
650 millones de pesos, a todos los partidos.
Más allá de opiniones, el análisis de la fiscali-
zación implicaría revisar las faltas que detectó
el INE y la forma cómo aplicó los criterios de
sanción ante cada irregularidad. Lo cierto es
que sanciones de ese tamaño implican que
los auditores del INE encontraron que, en
muchos casos, los candidatos ingresaron y
egresaron recursos de forma irregular. Sin
embargo, el debate público se centró en el
rebase de los topes de gasto de campaña
del candidato ganador en Coahuila y en la
posibilidad de que el Tribunal Electoral anule
la elección. Otros centraron su atención en
protestar porque la elección del Estado de
México no alcanza para su eventual nulidad.
Pocos pusieron atención a los rebases de los
topes en más de 50 municipios.
La diferencia entre Coahuila y el Estado de
México en materia de rebases es el criterio
que cada ley local define para determinar
el tope de gastos de una campaña para go-
bernador. En el Estado de México el tope
aprobado por el órgano local fue de 285.5
millones de pesos. Es un tope exagerada-
mente alto tan solo si se le compara con el
que se aplicará en la campaña presidencial
el año que entra. En el Estado de México se