BRUJULA CIUDADANA El PND 2019-2024 y el federalismo | Página 12
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La segunda consideración consiste en que
la falta de continuidad va de la mano con la
prevalencia de los criterios de corto plazo,
los intereses partidistas y de grupo y sin re-
ferencia a las prioridades de un proyecto de
largo plazo. De esta manera, en la práctica,
la formulación del PND y los planes secto-
riales que de él emanan se ha convertido en
un ritual vacío, en un mero trámite formal
incapaz de orientar estratégicamente las ac-
ciones de gobierno. Y lo mismo ocurre con
los demás ámbitos de la planeación, tales
como la elaboración de los presupuestos que,
lejos de reflejar las prioridades nacionales,
dan cuenta de las diferentes capacidades de
presión política de los actores involucrados.
Ciertamente, esta insistencia en las priori-
dades de largo plazo no equivale a desco-
nocer la importancia de los problemas del
corto plazo. Una de las características más
notorias de la cultura contemporánea es el
agotamiento de las utopías. Más pragmático,
el comportamiento político de la ciudadanía
tiende a privilegiar las consideraciones en
torno a los resultados frente a los postulados
ideológicos. Sin embargo, una consecuencia
del derrumbe de las utopías es el acorta-
miento del “horizonte de espera”, es decir, la
renuencia ciudadana a aceptar privaciones en
el presente en aras de supuestos beneficios
futuros. Esta situación no solo plantea a los
gobiernos la exigencia de resultados rápidos;
también define una condición de viabilidad
político-social para cualquier apuesta de largo
plazo: esta debe rendir frutos más o menos
inmediatos y, sobre esta base, proyectarse
al logro de los objetivos sustantivos del de-
sarrollo a largo plazo.
El desarrollo del país necesaria-
mente transita por la definición
y la instrumentación de políticas
de Estado portadoras de futuro
y garantes de continuidad en las
reglas a que deben atenerse los
actores públicos y privados. Se
trata de trascender los vaivenes
coyunturales de la vida política
y ofrecer certidumbres a largo
plazo en lugar de la permanente
reinvención de la nación. Estas
políticas de Estado deben enten-
derse como un conjunto de obje-
tivos, prioridades y lineamientos
estratégicos que, al responder a
objetivos nacionales convenidos
por las diversas fuerzas y actores
políticos, económicos y sociales
logran trascender los intereses
inmediatos de los partidos polí-
ticos y de los grupos de interés.