BRUJULA CIUDADANA Ciudadanía activa y enérgica | Page 14

Brújula Ciudadana 106 12 mejor de los casos acotada a la consulta no vinculante, con élites como sujetos participan- tes y sin articulación con los ámbitos estatal y municipal; y (3) se corresponde con un régimen político definido como “hermético a la participación”. Los diagnósticos apuntan a que, en este momento de nuestra historia, lo que implicaría una auténtica transformación de régimen sería modificar de raíz, es decir, radicalmente, las relaciones sociedad-Estado. Participación, representación y el debate sobre la institucionalización Ante este panorama, se impone delimitar dos cuestiones. La primera es el papel de la participación en un modelo dominado por el gobierno representativo (Manin, 1998). Si bien la existencia de cierto nivel de respe- to al voto libre es un avance democrático en México, la participación de la ciudadanía no deber acotarse a ese momento puntual, sino que esta es necesaria para lograr dos objetivos centrales: mantener informado al poder público de los deseos y opiniones de la ciudadanía, así como mantener democrá- tico al poder público entre citas electorales mediante mecanismos efectivos de control (Rosanvallon, 2007; Isunza y Gurza, 2018). La segunda cuestión tiene que ver con el pun- to donde deberían centrarse los principales esfuerzos para profundizar la construcción democrática, en términos del tipo de parti- cipación. A decir de Fernando Pindado, hay tres niveles de participación (la participación cívica que se orienta al “yo y mis intereses”, la comunitaria que mira hacia el “nosotros y los nuestros” y la ciudadana que se ocupa de “lo común”) y es en la participación ciudadana, la que se ocupa de la política, donde tendría que ocuparse una auténtica transformación del régimen. Y esto se basa en la idea de que “La política es ejercicio de poder, lo que su- pone que las decisiones políticas se imponen a todas las personas, estén o no de acuerdo con dicha decisión. Por eso es importante que los canales de participación política (par- ticipación ciudadana) sean claros y eficaces” (Pindado, 2016). Esta claridad es necesaria en la misma confi- guración de los dispositivos concretos en los que la ciudadanía se esfuerza en participar. El punto que requiere definición es cómo esta ciudadanía, sea colectiva o individualmente, incide en lo público. Por ejemplo, si la partici-