BRUJULA CIUDADANA Ciudadanía activa y enérgica | Page 10

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Las organizaciones en lucha por la
democracia
Examinemos a continuación el enorme aporte
de las organizaciones de la sociedad civil a la
transición democrática en México o a lo que
se ha limitado a una alternancia de partidos
en el poder. Me refiero principalmente a las
denominadas organizaciones cívicas “enfoca-
das a promover la participación ciudadana
en asuntos de interés público” (LFFAOSC).
Como se mencionó antes, los repetidos frau-
des cometidos en materia electoral, soslaya-
dos o auspiciados por autoridades electorales
dependientes de los poderes ejecutivos fede-
ral y estatales, determinaron el surgimiento
de un amplio movimiento cívico en el terri-
torio nacional que se fue transformando en
organizaciones y redes dedicadas a realizar
actividades de observación electoral, como
Convergencia de Organismos Civiles, A.C., el
Movimiento Ciudadano por la Democracia,
A.C., el Acuerdo Nacional por la Democracia
(ACUDE), el Frente Cívico Familiar de Yucatán
y Alianza Cívica A.C, entre muchas otras en
Sinaloa, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz,
Tabasco y Oaxaca.
Como lo han hecho en muchos otros campos,
las organizaciones civiles desarrollaron me-
todologías para revisar la validez del padrón
electoral, para registrar las anomalías en las
jornadas, llevar a cabo conteos rápidos y
encuestas de salida, revisar las actuaciones
de las autoridades electorales, de los partidos
políticos y de otros agentes sociales y privados
que intervienen en los procesos de elección.
Las reformas electorales a partir de la década
de los años noventa fueron logradas gracias
al activismo de las organizaciones cívicas y
la contribución directa de algunos de sus
miembros asociados. Estas incluyen desde
la autonomía de las autoridades electorales
pasando por los profundos cambios en la
elaboración de las listas de votación y las cre-
denciales para votar, las reglas para organizar
las elecciones, para normar las actividades
y los recursos para los partidos políticos.
Se logró arrebatar al partido en el poder la
organización y calificación de las elecciones
como un paso indispensable para acceder
a la alternancia de los partidos en el poder,
aunque todavía no para alcanzar una demo-
cracia representativa y participativa.
La capacidad de las organizaciones civiles y
su aportación a la transformación del país
se vio también reflejada en la organización
de consultas y encuestas. Un ejemplo desta-
cado fue la consulta ciudadana realizada en
1993 en el entonces Distrito Federal. Otros
ejemplos son las consultas organizadas por
Alianza Cívica después de la elección de 1994,
a petición del EZLN. También se han realizado
varias consultas infantiles con un importante