DIOS NOS HABLA
Defectos especiales
El murciélago Toto vivía en un viejo edificio con grandes escaleras
donde funcionaba un cine, y dormía en la parte más alta de la sala de
proyección, colgado de un tirante de madera.
Los problemas para Toto empezaron cuando en aquel cine proyectaron Batman.
Toto adoraba a Batman. “El es el hombre-murciélago y yo soy el
muerciélago-hombre”- decía Toto. Y aunque los diez primeros minutos
de la película podía ver tranquilo, después sentía ganas de volar por
la sala, gritando en idioma de murciélago “Bat....mannnnn”. A veces se
lanzaba sobre los malos de la pantalla y otras se acercaba al proyector, de manera que su sombra parecía gigantesca.
Pero lo que más asustaba a los chicos era cuando pasaba en vuelo
rasante sobre sus cabezas. Se paraba en lo más alto del cine y desde
allá se lanzaba describiendo un semicírculo. Cuando se estaba aproximando a sus cabezas, los espectadores gritaban “ ahhhhhhh” y salían
corriendo hacia el pasillo.
Para Toto era muy divertido, pero los espectadores escapaban asustados. Y muchos de ellos ya no regresaban al cine.
Por todo eso el dueño del cine estaba furioso e ideaba planes para
terminar con el maldito murciélago. Antes de la función él, el boletero
y el acomodador se armaban con escobas y largos palos y salían a
cazar al murciélago, buscando por todos los rincones. Pero nunca lograban encontrar el escondite de Toto.
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