Brillaré en 3º | Page 149

ALBAH SON SOID La Biblia flotante Cuando atravesaba el puerto de Nagasaki, un oficial japonés mandó recoger un pequeño libro que vio flotando sobre el agua. Estaba escrito en un idioma que no comprendía. Buscó por todos lados quién podría ayudarlo e leer el libro hasta que por fin, un comerciante chino que conocía algunas palabras de inglés, le dijo que tenía que ser un “Libro de Jesús” y que existía también una traducción en chino. El oficial rogó al comerciante que le alcanzase ese libro aunque casi no conocía el idioma. Tan pronto como el oficial recibió el Nuevo Testamento chino, empezó activamente a aprender ese idioma, practicándolo con la lectura diaria del libro. Aunque no lo presentía, el Espíritu Santo obraba en su corazón y al terminar de leerlo era un hombre feliz que sabía que el Señor Jesucristo le había salvado. Por aquel entonces, estaba estrictamente prohibido introducir algún culto nuevo en el Japón. Pero el oficial no pudo dejar de hablar de su Salvador y celebró reuniones para leer y meditar la Biblia con su familia y en el círculo de sus amigos. Así, el fuego del amor de Cristo prendió en numerosos corazones. Más tarde, hubo mayor libertad religiosa y hasta un misionero cristiano pudo establecerse en Nagasaki. Con lo que el oficial pudo hablar libremente del libro de Jesús y del gozo y de la paz que halló en su Salvador. Fue uno de los primeros en confesar públicamente en Japón que era de CRISTO y demostró la autenticidad de su fe con su modo de vivir. Así una Biblia que flotaba en el puerto de Nagasaki fue al origen de ese despertar religioso. Ciertamente, el Evangelio es poder salvador para todo aquel que cree; o sea: que depo sita su entera confianza en Cristo. 147