DIOS NOS HABLA
La Biblia de Gutenberg
Durante muchos siglos los hombres tuvieron que
valerse de distintos y curiosos recursos para trasmitir el pensamiento escrito. Los pueblos de la
antigüedad usaban los más variados materiales:
piedra, hojas de palma, madera, tablas enceradas, planchas de bronce, cuero, papiro, etc. Los
pocos libros existentes eran difíciles de adquirir,
porque como se escribían a mano, eran de gran
valor, a tal punto que en cierta oportunidad un
hombre que deseaba adquirir una casa de campo
pudo hacerlo vendiendo la edición manuscrita de un libro que poseía. La realidad
cambiaría drásticamente a partir de la impresión tipográfica con tipos móviles metálicos, cuyo inventor fue Juan Gutenberg. Juan nació en Maguncia, Alemania, en el
año 1399 y poco se sabe de su vida. Lo cierto es que desde muy joven comenzó a
trabajar como impresor y en el año 1455 presentó al mundo el primer libro impreso
con este sistema: la Biblia, en lengua latina, encuadernada en dos grandes tomos.
Todos estaban de acuerdo en que “era tan claro como un manuscrito”; y que la imprenta de Gutenberg ofrecía las ventajas de imprimir muchos ejemplares a la vez,
resolviendo el problema del costo y del tiempo, ya que el trabajo se hacía mucho
más a prisa.
La imprenta de Voltaire
Voltaire fue un escritor, historiador, filósofo y
abogado francés, famoso por sus declaraciones
en contra de todo tipo de religión y de la Biblia.
Él dijo que cien años después de su muerte (en
1778) el cristianismo y la Biblia serian barridos
de la existencia y pasarían a la historia.
Pero, ¿qué pasó?
Voltaire pasó a la historia, pero la Biblia sigue
extendiéndose más y más llevando bendición
por donde quiera que vaya.
Solo cincuenta años después de su muerte la Sociedad Bíblica de Génova compró
la casa y la imprenta de Voltaire para producir grandes cantidades de Biblias.
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