DIOS NOS HABLA
HISTORIAS ASOMBROSAS
SOBRE LA BIBLIA
La Biblia en el horno
En los tiempos del reformador Juan Huss, una mujer –
cuyo mayor tesoro era la Palabra de Dios– estaba precisamente ante el horno para cocer pan cuando oyó que
hombres registraban el pueblo y encarcelaban a todos los
que tenían una Biblia.
Resueltamente, tomó la suya y, envolviéndola en una gran
porción de masa, la introdujo en el horno. Después, metió
los demás panes. Apenas había terminado cuando irrumpieron en su casa, registrándola desde la planta baja hasta el desván, pero en vano.
Tan pronto como salieron los perseguidores, la mujer sacó
los panes del horno ardiendoy también la Biblia envuelta en la masa. Hecho notable,
del mismo modo que Sadrac, Mesac y Abed-nego que fueron arrojados en el horno
ardiente, salieron ilesos, tampoco fue deteriorada la Biblia por el fuego. Los descendientes de aquella valiente mujer han conservado esa Biblia como una preciosa
herencia.
La Biblia arrojada
Cierto día un grupo de soldados viajaba en un tren rumbo a Estocolmo. Las risas y las
bromas pesadas enseguida colmaron aquel vagón, mientras un joven recluta leía su
Biblia sentado en un rincón.
-Vamos a hacerle una broma a ese novato.acordaron todos. Y en cuestión de segundos
la Biblia yacía en las vías del tren. El muchacho se entristeció pero no se enojó porque hacía tiempo que había aprendido de Jesús a
ser manso y humilde.
Unas semanas más tarde, recibió un paquete
que contenía su Biblia. Y poco después una
carta. Un obrero ferroviario que trabajaba en
aquel paraje había encontrado el libro; lo había leído, y a través de él Dios le había hablado. Su vida finalmente tenía un sentido. Estaba agradecido y quería hacérselo saber
al dueño de esa Biblia. El soldado ahora comprendió por qué tuvo que carecer de La
Palabra por algún tiempo.
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